La indefinición de la nueva selectividad desborda a los institutos de la comarca

Antón Parada

EDUCACIÓN

Educación remitió el borrador de la prueba dos meses antes de que termine el curso

22 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace varias semanas que la Consellería de Educación remitió a los institutos gallegos el borrador de las instrucciones de la que será la nueva selectividad, ahora conocida como Avaliación de Bacharelato para o Acceso á Universidade (Abau). A menos de dos meses para que finalice el tercer trimestre de segundo de bachiller, varios centros de secundaria de la comarca han manifestado su malestar ante la tardanza con la que llega el documento.

Las principales críticas de los cuerpos directivos se orientan hacia el mismo factor temporal, pues se ha estado impartiendo clase sin saber cuál sería el modelo de examen, algo que esperaban desde septiembre. «A estas alturas del curso, los profesores ya no tienen ningún margen de planificación para preparar ese modelo de evaluación», explicó Mercedes Fernández, directora del IES Espiñeira.

En ese sentido, la directora del IES Número Un de Ribeira, Pura Prado, indicó que «recibimos este documento con precaución, pois non queremos seguir mareando aos rapaces». La responsable de este instituto afirmó que tiene la esperanza de que «prevaleza o sentido común» y que cualquier hipotético cambio se guarde para el próximo curso, identificándolo desde el principio. Algo que Prado compara con la inclusión del nuevo formato de preguntas con respuesta múltiple, que a su entender «non se debería engadir este ano porque os rapaces non tiveron oportunidade de traballalo».

Los vacíos

A pesar de que Educación ha adelantado que no prevén la inclusión de más cambios en la Abau, de aquí a la realización de esta, los institutos todavía tienen dudas sobre varios aspectos que el borrador no aclara. La jefa de estudios del IES Virxe do Mar, María Teresa Rodríguez, señaló varios de estos vacíos, que se han derivado en «una situación de desinformación» para el estudiantado de este centro noiés.

Rodríguez concretó que existen varios casos de situaciones transitorias que el borrador de la Abau no aclara. Se trata de aquellos estudiantes que aprobaron la antigua selectividad en el curso pasado y ahora quieren presentarse a subir nota. Este grupo desconoce si tendrá que repetir todo el examen o si le guardarán alguna cualificación.

«Además, no están publicadas las ponderaciones correspondientes de cada materia en cada carrera», añadió la integrante del cuerpo directivo del Virxe do Mar. A esto se suma el problema de la desaparición de asignaturas optativas en la Abau, que sí se ofertaban en el centro, como dibujo artístico, tecnología industrial, electrotecnia o ciencias de la tierra.

Por otra parte, María Teresa Rodríguez también criticó la falta de concreción en la organización del calendario académico: «Sabemos la fecha del examen, pero no sabemos cuál será el último día de la evaluación [de segundo de bachiller]». Además, se desconocen los plazos de corrección, admisión y matriculación, algo inusual y contraproducente estas alturas del curso.

La filosofía

El borrador de la Abau también ha constituido la confirmación de un mal presagio que se venían temiendo los docentes de filosofía. La entrada de la pregunta con respuesta múltiple ha supuesto la desaparición del modelo de desarrollo de textos de filósofos, a partir de un comentario crítico, para ser sustituido por epígrafes concretos de conceptos.

El profesor Rafael Saco, del rianxeiro Félix Muriel, se lamentó de que «se antes tiñas hora e media para desenvolver a un autor, agora tes que cubrir a dous nese tempo». El docente también echa en falta un mayor grado de comunicación entre Educación y los departamentos de cada centro, puesto que aunque intentaron prevenir unas modificaciones que se esperaban, el área de filosofía aún carece de las que serán las pautas de corrección.

Desaparece la puntuación sobre catorce y entran preguntas con respuesta múltiple

Tras todos los vaivenes de la Lomce, finalmente la nueva prueba de acceso a la universidad recogerá cinco exámenes troncales: castellano, gallego, lengua extranjera e historia de España; a las que se sumarán una de su rama: latín, matemáticas aplicadas a las ciencias sociales, matemáticas o fundamentos del arte, por lo que se produce una merma de la importancia de la filosofía. Los estudiantes podrán realizar hasta cuatro pruebas voluntarias para subir nota, escogiendo entre su oferta de troncales de segundo curso y las específicas de modalidades que no hayan elegido en el primer bloque. Las dos partes estarán puntuadas sobre diez y no sobre catorce y el examen podrá incluir un apartado para preguntas con respuesta múltiple. Para aprobar seguirá siendo necesario sacar como nota mínima un cuatro y la media final se hará con el 60 % de los dos cursos de bachiller y el 40 % de la nueva prueba.