Investigan si en la Universidade de Santiago impartieron clases profesores sin contrato o becarios

Susana Luaña Louzao
susana luaña SANTIAGO / LA VOZ

EDUCACIÓN

s. a.

09 jun 2017 . Actualizado a las 11:45 h.

Inspección de Trabajo ha solicitado a la Universidade de Santiago documentación de la situación laboral de personas que impartieron clases en la Facultade de Ciencias da Educación después de que, el pasado 8 de mayo, un inspector se presentase en algunas aulas del centro para investigar si había alguna irregularidad laboral; en concreto, si estaban dando clases becarios o profesores que carecían de contrato.

La decana de la facultad, Carmen Fernández Morante, confirmó ayer que la inspección había tenido lugar y que, tras la visita a varias aulas, el inspector había dejado una citación en conserjería para que los responsables del equipo de gobierno que preside el rector Juan Viaño se personasen en las dependencias de Trabajo el 24 de mayo. La USC no pudo concretar ayer si esa comparecencia se produjo, pero sí que se había solicitado información sobre el personal docente de las aulas visitadas. Según la institución académica compostelana, esa información fue remitida y se está a la espera de la resolución de la Inspección.

En los dos últimos cursos, las protestas por la falta de profesores se repitieron en las facultades compostelanas de Ciencias da Educación, Filosofía y Educación Social. Los alumnos pasaron algunas semanas sin clase por falta de profesores, lo que dio lugar a movilizaciones que culminaron en marzo del 2016 en dos semanas de cierre. La USC achacó dichas carencias de personal a las dificultades para hallar profesores sustitutos en un contexto de restricciones por el plan de equilibrio financiero que le impedía sacar a concurso nuevas plazas.

Si bien la situación se normalizó posteriormente, este año el malestar volvió a las aulas tras decidir el Consello de Goberno hace dos meses reducir las horas lectivas de los tutores de las prácticas de Ciencias da Educación para destinarlas a los que estaban tutelando los trabajos de fin de grado. La decisión provocó nuevas protestas a las que se sumaron docentes y la propia decana, que denunciaban que la reducción en media hora por alumno de las prácticas externas iba en detrimento de la formación de los estudiantes de Maxisterio. En ese tenso contexto se enmarca la investigación abierta.