La disputa entre BNG y Sumar en Galicia por el tercer puesto deriva en choques entre sus candidatos

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago SANTIAGO

ELECCIONES 23J

Breogán Rioboo, primer secretario general de Podemos Galicia y Carmen Santos, su sucesora, en los extremos de la foto, mostraron ayer en Vigo su respaldo al BNG de Ana Pontón.
Breogán Rioboo, primer secretario general de Podemos Galicia y Carmen Santos, su sucesora, en los extremos de la foto, mostraron ayer en Vigo su respaldo al BNG de Ana Pontón.

Los nacionalistas y el PSOE, que marcan distancias desde las municipales, compiten por presentarse como el voto útil

20 jul 2023 . Actualizado a las 12:45 h.

Desde el primer día de la campaña electoral, el BNG y Sumar pelean por la tercera plaza electoral en Galicia. Los nacionalistas, que se han impuesto como meta lograr grupo propio en el Parlamento, para lo que necesitan cinco diputados, apelan a una franja del electorado que en parte limita con la del movimiento de Yolanda Díaz, cuya prioridad es mantener los dos diputados que obtuvo Podemos en el 2019, uno por A Coruña y otro por Pontevedra. Son las dos provincias en las que el Bloque tiene más posibilidades de crecer.

La competición se ha traducido incluso en choques entre candidatos. La semana pasada se celebró un debate en Santiago que terminó con tensión, reflejada luego en las redes sociales. El número uno del Bloque al Congreso por A Coruña, Néstor Rego, el único diputado de esa formación en la anterior legislatura, lanzó un mensaje tras el coloquio en el que mostraba su disgusto porque la candidata de Sumar, Marta Lois, «dedicó a maior parte do tempo a atacar o BNG, mesmo con mentiras e manipulacións. Parece que están empeñados en restar. Que pena!».

Lois no le contestó, aunque sí colgó un mensaje en el que lamentaba ser la única mujer de los siete participantes. Quien sí lo hizo fue Verónica Hermida, responsable de Política e Comunicación de Podemos Galicia y número dos de Sumar por Pontevedra. Hermida lanzó una serie de mensajes en los que empezaba diciendo que Rego «é máis de tuitear que de confrontar ideas de manera aberta durante un debate». A continuación le ofrecía varios ejemplos de lo que es «equivocarse de inimigo».

Hermida reprochó al BNG su voto «en contra» de las bonificaciones en los trenes Avant, para luego exigir que se mantuviese la medida. También señaló que Rego, «equivocándose de inimigo», «votou non ao tope do gas». Además le acusó de elevar «a máximos o significado da palabra incoherencia» por votar no a los presupuestos que incluían las rebajas de la AP-9. También afeó que Rego, «equivocándose de inimigo e esquecendo quen goberna en Pontevedra», lanzase mensajes contrarios a las corridas de toros cuando en la ciudad del Lérez, donde el Bloque tiene la alcaldía, siguen celebrándose. Por último, en tono irónico, Hermida dijo que Sumar «intentará que Néstor Rego se sume a máis acordos bos para os galegos do que fixo na última lexislatura».

El candidato del Bloque replicó que «de 4 tuits [mensajes] 3 son mentiras e do cuarto éralle mellor nin falar. De dúas: vostede minte por estar desinformada ou sabe que está mentindo e dálle igual con tal de atacar o BNG. Calquera das dúas a desacredita a vostede e á súa formación». 

Las hostilidades con el PSOE

El BNG también compite con los socialistas por una franja de electorado. Las dos formaciones marcan diferencias desde la convocatoria electoral del 29 de mayo. Cuando arrancó la campaña, el 7 de julio, solo habían formado 13 gobiernos de coalición en los 313 concellos gallegos, aunque podrían haber conformado 47. El número bajó y no renovaron los bipartitos existentes en municipios como Pontevedra o Ames. Esa decisión ha dado paso a 28 ejecutivos en minoría o a gobiernos encabezados por el PP.

Entre ambos partidos también hubo ataques personales. «[Néstor] Rego representa ao BNG de verdade, ese que di que a guerra de Putin estaba xustificada, que non aplaudiu a Zelenski no Congreso e que pedía para Galicia unha república independente», afirmó el secretario general del PSdeG, Valentín González Formoso, en vísperas de la campaña.

Rego, sin entrar en personalismos, respondió en un acto en Ferrol acusando PP y PSOE de alternarse en el gobierno «na discriminación do país e no esmorecemento do sector naval que leva tempo perdendo impulso, postos de traballo e oportunidades».

También en precampaña, Pontón situó a populares y socialistas en la «clase política [...] que fai que moitos baixen os brazos xusto nun momento en que hai que erguer a man. E desde aquí quero dicirlles [...] que o BNG vai estar á altura da súa confianza».

El intercambio de recados ha seguido con distinta intensidad. Ayer Pontón se fotografió con los primeros líderes de Podemos en Galicia, una formación hoy integrada en Sumar. Poco antes, el número uno del PSOE pontevedrés, David Regades, llamó al voto útil diciendo que en el 2019 «se desperdiciaron» 39.000 votos que fueron para el BNG, pero no lograron representación. Al comienzo de la campaña, ambos propusieron a sus partidos como los auténticos diques de contención frente a Vox.

Son discursos electorales. Tras las urnas llegará el momento de bajar las espadas y llegar acuerdos, si los resultados abren la posibilidad de llegar a alguno, pero los choques también evidencian lo complicadas que son las relaciones entre partidos que compiten por los mismos electores.