Advierte del «retroceso» que supondría la vuelta del bipartito a Galicia
02 feb 2024 . Actualizado a las 08:54 h.«Imos facer unha campaña de peitear o territorio, a campaña que os nosos adversarios non poden facer», anunció Alfonso Rueda en un nuevo llamamiento a la movilización de los cuadros del PPdeG. Las encuestas les son favorables, pero «nada está feito aínda», subrayó en Lugo el candidato a la reelección. Allí presidió el acto principal del último día de la larga precampaña.
Vista la sala del hotel en el que se celebró el acto, atestada y con decenas de asistentes en pie, nadie diría que los populares necesitan subir una marcha. Pero son los primeros comicios desde el 2009 sin Alberto Núñez Feijoo como cabeza de cartel y la oposición ve opciones de cambio. Muchos de los asistentes eran alcaldes, otros interventores y apoderados, los soldados de los que depende la maquinaria del partido.
Rueda proclamó que quiere seguir siendo presidente de una Galicia orgullosa de sí misma, unida, próspera y potente. Advirtió que la pérdida de la mayoría absoluta del PPdeG se traduciría en un «retroceso», en la vuelta de la políticas del bipartito PSOE-BNG que gobernó entre el 2005 y el 2009, al que los populares, 14 años después, todavía citan como paradigma de la mala gestión.
El candidato popular aludió al enfado de sus rivales por esas menciones, pero subrayó que están justificadas. La oposición, dijo, quiere traer a Galicia una «sucursal» del Gobierno de coalición, con todos sus problemas de gobernabilidad y con el propósito de «dar ordes» a los gallegos, pero no de «traballar na solución» de sus problemas, porque tanto el PSdeG como el BNG, «que non vai ser menos» van a decir «amén a todo o que diga Pedro Sánchez».
«Somos o rival a bater, e virán a por nós con malas artes. Pero nós non imos perder nunca o valor da palabra dada»
Frente a ello, pidió a los asistentes que nunca pierdan «o valor da palabra dada. Cando se da a palabra hai que cumprir», dijo. Dejó entrever que prevé una campaña dura y con el PPdeG en el centro de los ataques. «Somos o rival a bater, van vir a por nós con malas artes», advirtió.
Criticó a los socialistas porque en su visita de esta semana, la ministra Teresa Ribera «non tiña nin idea» del proyecto de la gran planta de Altri en Palas de Rei, pendiente de los fondos europeos. Y puso en duda que Sánchez vaya a venir mucho a Galicia. Quienes, añadió, «non van vir seguro son os socios do BNG. Que veñan por aquí Bildu e ERC non lles convén, e dálles vergoña ata aos do Bloque».
Antes del candidato tomaron la palabra la número uno del PPdeG por Lugo, Elena Candia, y la presidenta de Novas Xeracións, Nicole Grueira, que pidió votar a Rueda para «garantir a estabilidade de Galicia». Candia le brindó un apoyo incondicional: «Es o mellor que lle pode pasar a Galicia». «As túas medidas protexen aos galegos dende o berce ata o bastón», añadió la presidenta de los populares lucenses. Candia también dejó algunos recados para la oposición. «En Lugo, o besteirismo coñecémolo, e e padecémolo», dijo en referencia al candidato socialista, José ramón Gómez Besteiro, antes de preguntarse si piensa aplicar en la Xunta «o modelo urbanístico do Garañón», un edificio autorizado cuando era edil de urbanismo que tuvo que ser demolido. Al BNG le reprochó sus «manifestacións con proetarras» y la falta de experiencia en la gestión de Ana Pontón.
Rueda viajó luego a Santiago para la pegada de carteles. El viernes arrancará la campaña con un acto informal con alumnos de la USC, donde estudió Derecho.
El presidente evita los temas ajenos al consello de la Xunta tras la denuncia del PSdeG en la junta electoral
El presidente del Gobierno gallego y candidato del PPdeG compareció el jueves para dar cuenta de los asuntos aprobados en el consello de la Xunta, como es habitual. Pero la comparecencia fue atípica. Rueda pidió a los periodistas que limitasen sus preguntas a los asuntos tratados en el consello. El motivo, explicó, es que el PSdeG presentó una denuncia ante la junta electoral por la rueda de prensa del Consello de la semana pasada, en la que contestó a preguntas sobre la actualidad política gallega y nacional haciendo valoraciones sobre la gestión de su gobierno y también del Ejecutivo central.
La junta, explicó el presidente, admitió la denuncia, aunque no impuso sanción alguna. En consecuencia y para «cumplir coa legalidade en todo momento», anunció que no podría contestar a preguntas ajenas al consello. «Sintoo moito», añadió.
Como norma general, tanto Rueda como su predecesor, Alberto Núñez Feijoo, aceptan tras los consellos de la Xunta preguntas sin límite de tiempo de todos los medios acreditados. Pero esa tradición va a quedar interrumpida al menos hasta el 18F, cuando terminará el llamado «período de sombra» que impide a los responsables de las administraciones hacer «alusiones a las realizaciones o a los logros obtenidos» en actos organizados o financiados, directa o indirectamente, por los poderes públicos.
Las limitaciones a la Xunta no afectan sin embargo al Gobierno central, que durante los últimos días ha podido hacer anuncios y valoraciones políticas referidas a Galicia desde las instituciones, ya que sus responsables no participan en la contienda autonómica.