El Bloque gasta otra vida y solo le queda ya la de las autonómicas

Carlos Punzón
Carlos Punzón SANTIAGO / LA VOZ

ELECCIONES 2016

Mila Méndez

Ana Pontón da por iniciada la campaña de las autonómicas, en las que aspira a ser llave

27 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El BNG salió ayer a no perder demasiado y se encontró con un resultado que le devuelve a los años ochenta, cuando no superó en las generales de 1989 los 50.000 votos, como le ha ocurrido ahora. Pero en esa equiparación hay una notable diferencia: el frente nacionalista no dejaba de crecer entonces y ahora, en cambio, todavía no ha encontrado el suelo en una caída que se prolonga en los comicios estatales desde el año 2000 y que en las autonómicas comenzó tres años antes.

Tras desaparecer de corporaciones como la de Vigo en las últimas municipales, ser superados antes por AGE en el Parlamento gallego y verse desalojados de las Cortes en diciembre pasado después de veinte años de presencia continuada en Madrid, han ido gastando las vidas que le restan a la organización nacionalista. Ahora ya solo le queda una, la de las próximas autonómicas.

Después del resultado de ayer, con una pérdida de 25.000 votos respecto a diciembre y alrededor 1,5 puntos porcentuales, el BNG se juega todo ahora a conseguir que los diputados que pueda obtener en la cámara gallega se conviertan en llave para la formación de un gobierno de izquierdas. De lo contrario, el Bloque estaría más cerca aún de quedarse sin futuro, y sería ya nada más que pasado de no lograr escaños en la cita autonómica.

Consciente de esa situación, Ana Pontón, con cuatro meses en el cargo de portavoz nacional y, a la vez, candidata a la presidencia de la Xunta, declaró en la noche de ayer, y sin dejar tiempo para el duelo, abierta la campaña de la próxima cita con las urnas. 

Inicio de las gallegas

«Para o BNG a campaña das eleccións galegas comeza hoxe mesmo», clamó tras conocerse los resultados y ante el aplauso de la mayor parte de la ejecutiva del frente. La líder de la organización utilizó los mismos argumentos que su predecesor en el cargo, Xavier Vence, al achacar al «bipartidismo a catro» el nulo papel del Bloque en los resultados de ayer, peores de los que la dirección nacionalista esperaba, aunque la ejecutiva prácticamente en pleno daba por hecho que habría bajada.

«As dinámicas das eleccións xerais e autonómicas son diferentes», indicó a los suyos Pontón, para explicar después que las encuestas acabaron de desmovilizar a sus bases y de ahí la bajada respecto al 20D, pero añadiendo que aún queda oxígeno para reactivar a sus votantes para un escenario distinto, como el de octubre.

«A semente non ten porcentaxes», insistió a lo largo de toda la noche Carlos Callón, cabeza de la lista de A Coruña, para dar continuidad al proceso de reanimación de la militancia que la dirección del Bloque tiene ya dibujado.

La ejecutiva de la organización se reunirá hoy en Santiago y su consello nacional lo hará previsiblemente el sábado para pasar página cuanto antes de las dos citas con las generales, y poner en marcha el argumentario de que en las autonómicas el nacionalismo sí tiene un papel que desempeñar.

Para Pontón, los menos de 50.000 votos de ayer son suficientes para «manter en pé o proxecto nacionalista e afianzar o proxecto de BNG-Nós para os retos que nos quedan por diante», insistió para cincelar el mensaje de que lo realmente importante no es lo que se contabilizó en las urnas anoche, sino lo que se votará en octubre.

Con la boca pequeña, pero convirtiéndose en motivo de chanza, en el Bloque se encontró un motivo para la esperanza interna en el retroceso de En Marea. La pérdida de un escaño por la coalición tripartita fue interpretado como la prueba de que la fórmula de Iglesias-Beiras ha decepcionado a parte del electorado. «Galicia nunca estivo tan desaparecida da campaña», aseguraba la portavoz nacional del frente para, sin citarlos, achacar a la pata nacionalista de En Marea haberse supeditado a las estrategias estatales de sus socios.

«Fixemos un esforzo por falar dos problemas de Galicia, pero eramos David contra Goliat», volvió a escenificar ante los suyos Pontón, apelando a que cuando se tenga que hablar exclusivamente de la comunidad en la campaña que viene, los focos tendrán que moverse en otras direcciones. «Non é o mesmo un corte que unha hemorraxia», concluyó una integrante del Bloque anoche, dando por hecho que los 25.000 votos perdidos no acaban con la vida del frente.

La dirección y los más afines, en el mismo punto de los últimos desplomes

La ejecutiva del BNG fue analizando en la noche de ayer los datos que le iban mandando sus enlaces y los que captaban de la web de Interior en un reservado de un restaurante de la parroquia compostelana de Vidán. Detrás de un cortinón, los miembros de la dirección, y, al otro lado, unos cuantos simpatizantes, los más afines al aparato. La desmovilización llegó también al punto de encuentro, el mismo que certificó en diciembre la extinción del Bloque en el Congreso y, antes, la pérdida de presencia en las corporaciones locales. Pero pese a la pérdida de votos, los presentes no protagonizaron escenas de pesimismo. «Xa o dabamos por descontado», señalaba uno de los candidatos, «aínda que ao mellor non esperabamos caer tanto», confesaba con una sonrisa.