El pp ha intentado recuperar al ese votante de centro que, descontento con la crisis y la corrupción, dio su confianza a Albert Rivera
27 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El pasado mes de diciembre, dando por descontada una pérdida de apoyo social por las profundas secuelas de la crisis y los casos de corrupción, los populares se habían fijado como objetivo lograr doce de los 15 escaños conseguidos en las generales del 2011, en las que Rajoy obtuvo una holgada mayoría absoluta y uno de sus mejores resultados en democracia. El 20D, sin embargo, se confirmaron los peores presagios: el PP se quedaba con diez diputados de los 23 escaños en juego, perdiendo así la mayoría absoluta autonómica como objetivo.
Feijoo compareció aquella fría noche de diciembre con un aire de cierta resignación, y atribuyó el mal resultado del PP a que la gente no percibía todavía la recuperación económica. Sin embargo, en la pérdida de cinco escaños influyó de manera determinante la irrupción de Ciudadanos, que obtuvo el pasado mes de diciembre 148.000 votos en Galicia y un diputado por A Coruña. Los votos a la formación naranja en las provincias de Lugo y Ourense fueron determinantes para que el PP se dejara un escaño en cada una, incluso en el inexpugnable feudo del baltarismo.
Esto es lo que ha llevado a Feijoo y a su equipo de campaña a airear a lo largo de las dos últimas semanas la tesis de que en Galicia, el voto a Ciudadanos tiene como consecuencia darle mayor representación a En Marea. El PP ha intentado recuperar ese votante de centro que, descontento con la crisis y la corrupción, dio su confianza a la formación liderada por Albert Rivera.
No ha habido mitin ni acto electoral en el que Feijoo y los suyos no hayan repetido este mensaje para recuperar a un sector de su caladero tradicional de votantes. Y el PP ha estado a lo largo de estas dos semanas de campaña electoral en Galicia mucho más pendiente de Ciudadanos que de En Marea. Esta estrategia electoral, unida a la crisis de Ciudadanos en Galicia y a la total indiferencia de Albert Rivera hacia esta comunidad, explican el desplome de la formación naranja, que ha perdido en apenas seis meses casi veinte mil votos. Los populares le arrebatan el escaño a Ciudadanos en A Coruña y recuperan el diputado de Ourense gracias también a la fuga de voto de Ciudadanos al PP.
El PP recupera así el objetivo que se había marcado antes del 20D, lograr 12 de los 15 escaños del 2011.