Sin candidato, sin liderazgo y sin la ventaja de ser alternativa

J. C. SANTIAGO / LA VOZ

ELECCIONES 2016

Tenían la intención de mejorar los resultados de diciembre e incluso ampliarlos, pero fallaron estrepitosamente

27 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En Marea tenía ante sí el complicado reto de mejorar resultados con los mismos mimbres que en diciembre, ya que la coalición gallega ya integraba entonces a Podemos Galicia y Esquerda Unida -junto a Anova y varios movimientos municipales-, y además acudía a esta cita sin la motivación del sorpasso a los socialistas, que espoleó la campaña estatal de Unidos Podemos y que, además, se daba por descontado. El objetivo de ampliar la representación falló estrepitosamente, y el resultado es más sorprendente si se analizan los últimos meses en clave gallega, cuando el viento sopló de cola mientras la tormenta azotaba a su entorno ideológico inmediato, que vivió una cruda travesía con cambios de líderes (PSOE) y procesos de refundación (BNG). La cuota nacionalista de la coalición fracasa al no captar a los descontentos del Bloque, que vuelve a quedarse sin representación en Madrid, y Leiceaga queda en una posición inesperada para jugarse la alternativa a Núñez Feijoo. 

Sintonías personales

Los diputados y senadores de En Marea mostraron una buena conexión durante toda la campaña a pesar de sus complicados equilibrios, pero fueron los líderes de los partidos los que enseñaron las grietas: la más grave y evidente, la que protagonizan Xosé Manuel Beiras (Anova) y Yolanda Díaz (Esquerda Unida), que ya ni se hablan. El primero se quedará O Hórreo insistiendo en que su tiempo ya pasó pero sin apartarse del medio; y la ferrolana se irá a Madrid, distancia que internamente consideran suficiente para que no afloren nuevas tensiones.

El otro frente está en Podemos Galicia. Desde la dirección de Madrid han señalado con insistencia al alcalde de A Coruña como su gran referente gallego, para recelo de la dirección, en manos de la viguesa Carmen Santos. Si al final todos deciden sumar en el mismo cesto gallego, la alternativa al PPdeG todavía es viable, pero el techo se ha desplomado y ahora ya deberá disputarle el liderazgo al PSOE. Las prisas evidentes -Feijoo podría adelantar los comicios- y los malos resultados de ayer complican todavía más la elección de un líder.