Los candidatos no aclaran los posibles pactos

Agencias

ELECCIONES 2016

Para repetir como presidente, Rajoy necesita el apoyo de Ciudadanos y la abstención del PSOE. Sánchez sólo podría ocupar La Moncloa con el apoyo Unidos Podemos y la abstención del partido naranja y los independentistas. Acabado el escrutinio, los líderes de los cuatro principales partidos tomaron la palabra

27 jun 2016 . Actualizado a las 07:12 h.

Las valoraciones de los cuatro partidos a los resultados electorales han sido abstractas y, menos las del PP, comedidas. Ninguno de los cuatro líderes ha considerado oportuno mojarse este domingo y anticipar qué ocurrirá de ahora en adelante. El resultado de las elecciones generales celebradas este domingo ha dejado de nuevo un panorama político sin mayorías absolutas y en el que el PP, a pesar de haber ganado, necesita el apoyo de Ciudadanos y la abstención del PSOE para mantenerse en La Moncloa.

El futuro ejecutivo dependerá de la voluntad de los partidos para llegar a acuerdos y, en algunos casos, del voto de las fuerzas independentistas y nacionalistas. El PP, con 137 escaños, 14 más que el pasado mes de diciembre, se ha quedado lejos de la absoluta fijada en 176, los que se necesitan en la primera votación en el Congreso para ser investido presidente. Por tanto, todo apunta que debería ir a una segunda votación, en la que se requiere mayoría simple (más votos a favor que en contra).

Desde las elecciones del pasado 20 de diciembre, Rajoy ha insistido en conformar una gran coalición, es decir, una alianza con el PSOE y Ciudadanos, lo que en esta ocasión sumaría 254 escaños. Esta opción, no obstante, es más que improbable porque, tal y como viene repitiendo el líder socialista, Pedro Sánchez, su partido no va a apoyar un ejecutivo liderado por el PP. Así las cosas, para poder continuar en la Moncloa, a Rajoy no le bastaría el apoyo de Ciudadanos, con el que sumaría 169 diputados, ya que se quedaría a siete diputados de la mayoría absoluta y de poder ser elegido presidente en primera vuelta. Y este bloque de centro derecha tiene complicado el respaldo ni en la primera ni en la segunda votación de las fuerzas independentistas -ERC (9 diputados), CDC(8) y EH Bildu (2)-, ni de los nacionalistas --PNV (5) y la diputada de Coalición Canaria (1)-.

Con estos datos en la mano, el líder popular requeriría de la abstención de los socialistas, en una segunda vuelta, para mantenerse en el poder. El exministro socialista Jordi Sevilla planteó en plena campaña electoral que tras las elecciones de este 26 de junio se debería dejar gobernar al candidato que lograra reunir más escaños en el Congreso. Un hipotético acuerdo de centro derecha (169 escaños) sumaría 13 sillones más que el -también hipotético- bloque de izquierdas (156 diputados), formado por PSOE (85), Unidos Podemos y sus coaliciones territoriales (71).

En caso de que el candidato socialista, Pedro Sánchez, intentara ser presidente necesitaría el apoyo de Unidos Podemos y Ciudadanos (lo que suma 188 escaños), la fórmula por la que Sánchez ha apostado desde el pasado 20 de diciembre, o bien el apoyo del partido que lidera Pablo Iglesias y de ERC, CDC y el PNV (178 diputados). Sin embargo, la primera de las posibilidades se antoja complicada porque Ciudadanos y Podemos se autodefinen como antagónicos. En la segunda, el PSOE solo tendría asegurado el voto de los independentistas catalanes en el caso de que accediera a su demanda de celebrar un referéndum en Cataluña, una escenario que no parece probable.

En el hipotético caso de que Sánchez tuviera el encargo del rey para tratar de conformar gobierno, este también sería elegido en segunda vuelta. En ese supuesto, el secretario general de los socialistas debería recabar el apoyo de Unidos Podemos y la abstención de Ciudadanos y de los independentistas.  Así las cosas, se prevé que en los próximos días y semanas se inicien los contactos entre los cuatro principales partidos nacionales para tratar de agilizar las conversaciones antes de que el próximo 19 de julio se constituyan las Cortes Generales.

Con todo, así han evaluado Iglesias, Sánchez, Rivera y  Rajoy la decisión de los españoles:

Iglesias asume que los resultados «no son satisfactorios»

El secretario general de Podemos ha reconocido que su candidatura tenía «expectativas diferentes». «No estamos en ningún caso satisfechos», ha asegurado con gesto serio, mostrando su preocupación por la pérdida de apoyos que ha tenido «el bloque progresista». No se ha atrevido, sin embargo, a aventurar cómo se desarrollarán las negociaciones y si con ese nuevo equilibrio de fuerzas seguirá siendo viable su propuesta de formar un gobierno de coalición progresista con el PSOE. «No descartamos ningún escenario, pero tenemos que sentarnos a analizar con calma los resultados», ha señalado, para añadir que ya le ha mandado un mensaje al líder socialista, Pedro Sánchez, para plantearle la necesidad de que las fuerzas progresistas comiencen a dialogar «cuanto antes»; fuerzas entre las que no incluye a Ciudadanos ya que -considera- siguen siendo «incompatibles» programáticamente.

Sánchez presume de ser la primera fuerza de la izquierda

Tampoco el candidato del PSOE se ha quedado satisfecho con los resultados del 26J, culpa, asegura, del líder de Podemos. «Espero que Iglesias reflexione sobre estos resultados -ha manifestado tras hacerse público el escrutinio-. Tuvo la posibilidad de votar a un gobierno progresista y poner fin al gobierno de Rajoy, pero la intransigencia y el interés personal por encima del interés general ha permitido mejorar los resultados del PP». El líder socialista ha reivindicado que «a pesar de las dificultades extraordinarias» y de los «augurios que anunciaban un fuerte retroceso» y la «pérdida de relevancia», el PSOE «ha vuelto a reafirmar su condición de partido hegemónico de la izquierda» española.

Rivera emplaza a PP y PSOE a negociación inmediata

Ha asegurado sentirse orgulloso, que el centro «ha venido para quedarse» y que el voto a Ciudadanos será «útil» para regenerar España y afrontar un cambio «a mejor». En su comparecencia en la sede de Alcalá, Albert Rivera ha insistido en que si el PP y el PSOE ponen por delante los «sillones», su partido «estará esperando en la oposición y hará un control duro». Ha mantenido que el partido naranja ha venido a pedir «cambio» y eso es, ha dicho, lo que va a defender a partir de mañana, ya que opina que el voto a su partido servirá para abrir una nueva etapa política en España.

Rajoy: «Hemos ganado, reclamamos el derecho a gobernar»

El presidente del Gobierno en funciones ha reclamado desde el balcón de Génova el «derecho» del PP a gobernar. «El PP se merece un respeto», ha proclamado ante centenares de militantes y simpatizantes que se han concentrado ante la sede para celebrar la victoria del partido.