El líder socialista se salva, Susana Díaz queda muy tocada

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

ELECCIONES 2016

Cuando todos le consideraban ya un cadáver político, Pedro Sánchez ha sobrevivido

27 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando todos le consideraban ya un cadáver político, Pedro Sánchez ha sobrevivido. Evitar el sorpasso era su gran objetivo, algo que a priori parecía imposible, y lo ha conseguido con soltura contra lo que pronosticaban todas las encuestas. Los que daban por hecho que dimitiría la misma noche electoral se equivocaron de raíz. Además, Susana Díaz ha perdido en Andalucía, lo que prácticamente la descarta para optar a la secretaría general. Esto deja la pista libre a Sánchez, a menos que surja un aspirante con suficiente tirón para hacerle sombra. Lo que parece imposible dada la inminencia del congreso federal. La presidenta andaluza trató de quitarse de encima en esta campaña electoral su imagen de política ambiciosa que ponía palos en las ruedas del secretario general, siguiendo una estrategia cuidadosamente diseñada. Pero no le ha valido de nada porque a ella sí le dado el sorpasso, en este caso el PP.

Decisión diabólica

La mala noticia para Sánchez y el PSOE es que Mariano Rajoy ha mejorado de forma sustancial sus resultados y ha ampliado espectacularmente su ventaja sobre un partido que ha vuelto a caer hasta el peor resultado de su historia. Tampoco es positivo para Sánchez que el que fuera su socio tras las anteriores elecciones, Ciudadanos, haya sido vapuleado en las urnas, lo que indica que esa tercera vía que intentó está muerta.

Los electores han hablado y le han indultado como líder del PSOE, pero a la vez le han situado sin ninguna duda en la oposición. Cualquier intento de tratar de revertir lo que han expresado los ciudadanos, es decir insistir en ser presidente de un imposible tripartito iría en su contra. Una vez soslayado el gran desastre que hubiera representado el sorpasso, en buena parte por las torpezas, teatralidades y bandazos ideológicos poco creíbles de Pablo Iglesias, toca rearmar al partido y hacer la catarsis que necesita para aspirar a volver a ser la alternativa al PP. Tiene trabajo por delante, pero desde luego no como presidente del Gobierno, como llegó a creer.