Los naranjas pagan los conflictos de los últimos meses y pierden su acta y 16.000 apoyos

Francisco Espiñeira Fandiño
FRANCISCO ESPIÑEIRA REDACCIÓN / LA VOZ

ELECCIONES 2016

Los errores de crecimiento son admitidos por militantes y dirigentes de Ciudadanos

27 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Un optimista Fran Hervías, secretario de Organización de Ciudadanos, anunciaba en pleno proceso de decapitación política de su único representante gallego en el Congreso que el cambio se hacía «porque no era la persona idónea» y que estaba convencido de que su partido duplicaría la representación por la provincia coruñesa y obtendría al menos un acta por Pontevedra. Poco más de un mes después, esas palabras fueron recordadas ayer entre muchos militantes de su partido, sobre todo en la provincia de A Coruña. «Es obvio que nos ha pasado factura el hecho de no respetar la voluntad de los afiliados en las primarias e imponer a un paracaidista no ha ayudado a movilizar a nuestra gente», admitía ayer mientras se apuraba el escrutinio un responsable local de la formación naranja.

En la soledad de José Canedo en el seguimiento de la noche electoral en Santiago se reflejó esa distancia. Y ese problema habrá de ser resuelto antes de las autonómicas si Ciudadanos aspira a trasladar el efecto Rivera a Galicia. Porque para su líder, esta Comunidad nunca ha estado entre las prioridades, a pesar de sus 2,7 millones de habitantes. En diciembre evitó pisar Galicia con su caravana electoral. Y ahora, pasó unas horas por Vigo, sin apenas contacto con los intereses de la sociedad gallega y sus demandas.

Partido centralista

Los errores de crecimiento son admitidos por militantes y dirigentes del partido. Pero cada vez son más las voces en Galicia que reprochan el escaso nivel de interlocución entre sus agrupaciones locales y la organización central. Y ayer, en las redes sociales, ya hubo voces pidiendo cambios entre los responsables autonómicos, Juancho Chouza y José Canedo, a los que fueron varias las voces que les invitaron a asumir responsabilidades por la pérdida de más de dieciséis mil votos con respecto a las elecciones del pasado mes de diciembre.

Redefinir la identidad del proyecto naranja para Galicia es una prioridad antes de las próximas autonómicas.