El PSdeG intenta contener las críticas: «Non é día para a autoflaxelación»

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro SANTIAGO / LA VOZ

ELECCIONES 2016

Saúco Fernández

Pilar Cancela descarta dimisiones por los resultados, los peores del partido en Galicia, y Xoaquín Fernández Leiceaga guarda silencio

27 sep 2016 . Actualizado a las 08:56 h.

Las aguas vuelven a bajar muy revueltas por las cañerías del PSdeG, después de obtener el domingo el peor resultado electoral de la historia de la autonomía: catorce diputados, cuatro menos que en el año 2012. Los sectores críticos con la gestora del partido en Galicia, que preside Pilar Cancela, y con el candidato a la Xunta, Xoaquín Fernández Leiceaga, salieron en tromba a exigir explicaciones y, en algunos casos, a pedir que se asuman responsabilidades políticas. Desde la dirección, Cancela construyó un cortafuegos. Tras reunir a la comisión gestora, mostró su disposición a hacer «autocrítica», pero advirtió: «Non é día para o decaemento nin é día para a autoflaxelación».

El pronunciamiento de Cancela vino al hilo de los tres mensajes enviados desde Vigo por Santos Héctor Rodríguez, secretario provincial del PSOE de Pontevedra, por el alcalde Abel Caballero y por la presidenta de la Diputación, Carmela Silva. El primero sugirió ya el domingo que se asumieran responsabilidades, el segundo pidió explicaciones por el resultado y la tercera demandó «que se tomen decisiones de forma urgente».

El regidor de Vigo habló ayer de «malos resultados sin paliativos», pues el PSdeG perdió 43.000 votos con respecto al margen obtenido por Pachi Vázquez en el 2012, que a su vez ya había cedido otros siete escaños en relación a los 25 obtenidos con Pérez Touriño en el 2009. Y Carmela Silva le puso otro adjetivo: «Ha sido un fracaso».

Cese del candidato

Mucho más contundente se mostró la exdiputada socialista Carmen Gallego, alineada en las primarias de mayo con Méndez Romeu, rival de Leiceaga, quien mediante mensajes de WhatsApp pidió que el candidato asuma «en primeira persoa». Entiende, además, que Leiceaga «non pode encarnar a faciana do PSdeG no Parlamento, non pode ser o portavoz», advirtió.

Pero las voces críticas no solo llegaron desde Pontevedra, provincia que se rebeló contra el cambio introducido por Ferraz en la candidatura propuesta por los órganos provinciales, sino que también procedieron de los sectores críticos de Ourense. La secretaria de organización del PSOE provincial, María Quinta, cuyo nombre fue uno de los que se movieron en los cambios introducidos en la lista electoral, reclamó que se tomen «decisiones».

También el exsecretario general del PSdeG, Pachi Vázquez, se pronunció al respecto a través de las redes sociales interpelando a los órganos de dirección del partido sobre qué parte no entendieron de la «derrota histórica» de las generales en España y de las autonómicas de Galicia y el País Vasco. En lo mismo incidió la exdiputada ourensana Laura Seara, que en las redes sociales también cuestionó el «silencio de la gestora del PSdeG» en los peores resultados de la historia autonómica del partido.

La comisión gestora del PSdeG rompió su silencio tras la reunión que mantuvo ayer, en la que constató que los resultados son malos y que, por tanto, no satisfacen al partido, al tiempo que cerró filas con el candidato a la Xunta, por entender que ninguna otra persona, en las circunstancias en que se desarrolló la campaña, marcada por las divisiones internas, podría llegar a mejorar esos datos.

«O ruido nunca axuda»

La propia Pilar Cancela compareció ayer tarde ante los medios de comunicación para admitir que el PSdeG no fue capaz de «trasladar» su mensaje a los electorales para ser percibido como la opción principal de la izquierda política. Ahora bien, puso por delante que «o ruído nunca axuda a que as propostas programáticas cheguen á cidadanía».

Con estas palabras, la presidenta de la gestora señaló la escandalera generada por las voces críticas durante la campaña por los cambios introducidos en las listas electorales. Sin citarlos en ningún momento, aludió a personas como el alcalde de Vigo, Abel Caballero, o a la dirección provincial de Ourense. «Se nunha campaña a cidadanía percibe que hai división, resulta todo máis difícil», añadió Cancela, quien también descartó que se produzcan dimisiones en la gestora. «Non ten sentido», dijo, cuando se trata de una dirección provisional que será sustituida.