De ruidos y silencios

SOCIEDAD

Pinto & Chinto

Una de las cosas que más impresiona cuando viaja uno a un país escandinavo, pero particularmente a Suecia, es el silencio en la sala de embarque

02 ago 2015 . Actualizado a las 18:28 h.

¿Qué está pasando? No puede ser que pase algo grave porque parece que están todos tranquilos. No puede ser que vayan a un funeral porque están mucho más callados que en un funeral. En Galicia hasta los funerales son folloneros y en los propios velatorios se entremezclan lloros, muchas conversaciones y hasta alguna risa, pero de silencio nada.

Solo al llegar a Suecia te das cuenta que es que todo es así. En las clases los estudiantes no hablan, en el autobús no hablan, en casa no hablan, y hasta en las discotecas no hay ruido. Es impresionante que cuando se meten de fin de semana en los ferris para emborracharse, lo hacen en silencio.

Yo me preguntaba cómo hacen las parejas para conocerse y me daba la impresión de que tenían poderes telepáticos de los que yo carecía.

En la plaza principal de Upsala hay unas terrazas al aire libre que si hace buen tiempo están llenas de gente. El silencio es sepulcral. Se oyen los pájaros. Una vez, para probar, toqué con una cucharilla un vaso y sonó en toda la plaza. Por supuesto, me miraron todos por el ruido tan molesto, pero me sonrieron con comprensión porque se dieron cuenta de que tenía que ser extranjero.

Una vez, volviendo de mi trabajo a última hora en autobús, por supuesto en silencio absoluto, el conductor se puso a hablar durante unos dos minutos. Al final toda la gente se lanzó a aplaudir. Yo no entendía sueco y le pregunté a mi vecino de al lado qué había pasado, y me contó que el conductor decía que era su último turno del día y que nos quería transmitir lo feliz que sentía porque iba a ver y estar con su mujer y sus hijos en su casa en breve. Si esto pasa en Camariñas, se parten de risa o lo echan del autobús. Desde luego fue lo más sueco que vi en mi vida.

Curiosamente uno se adapta. Cuando volví a España ya en el aeropuerto me sorprendió el ruido como antes al ir me sorprendía el silencio. Hasta me parecía molesto.

Como estoy medio sordo, tengo ventajas indudables en Suecia porque hasta me entero en las conversaciones, y en una comida en cualquier lugar de Galicia es realmente complicado poder hablar.

Una vez fui a una boda de un amigo en Suecia, y se puede hablar. Puedes hablar hasta con el que está en la otra punta de la sala. Ya me diréis si alguien se entera de algo en una boda en Galicia. Hablamos a gritos con el de enfrente, que hace lo mismo pero seguramente de otro tema, comemos, bebemos y reímos. No nos enteramos de nada pero sin duda lo pasamos mejor que ellos.