El no de Zapatero a Gallardón es un portazo a los municipios, según el PP

Nacho de la Fuente
Nacho de la Fuente REDACCIÓN/LA VOZ.

ESPAÑA

Chaves justifica el rechazo del presidente a refinanciar la deuda del Ayuntamiento de Madrid y se opone a la «barra libre»

19 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El rechazo del presidente Zapatero a refinanciar parte de la deuda del Ayuntamiento de Madrid -cuyo montante global ascendía a 7.145 millones de euros el 30 de junio- ha causado un cruce de declaraciones entre dirigentes locales y autonómicos de los dos principales partidos. El alcalde madrileño, Alberto Ruiz-Gallardón, reclamó el miércoles al Gobierno central que lo ayudara a financiar la deuda de más de 200 millones de euros que vence este año, pero la única reclamación aceptada por Zapatero fue la subrogación de la deuda de la sociedad Madrid Calle 30. Gallardón dijo ayer que «el Gobierno ha establecido un régimen de discriminación» hacia los ayuntamientos, aunque advirtió que «nadie va a impedir que Madrid siga liderando España».

El coordinador de Política Autonómica y Local del PP, Juan Manuel Moreno, señaló que «el portazo» que a su juicio dio Zapatero al Ayuntamiento de Madrid es «un portazo a todos los ayuntamientos españoles». Moreno, en declaraciones a Efe, manifestó que con esa decisión el jefe del Ejecutivo socialista «quiere convertir en paganos de su crisis a los ayuntamientos españoles, especialmente los del PP». «Quiere perjudicarlos», apostilló. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, propuso a Gallardón «sacar a pública subasta y vender» el «patrimonio verdaderamente inmenso» del ayuntamiento.

Al hilo de esta polémica, el vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, rechazó la «barra libre» para endeudarse y pidió el compromiso de todas las Administraciones para reducir el déficit al 3% en el 2012. En el caso del Consistorio de Madrid, recordó que es el más endeudado de toda España.

El alcalde socialista de Leganés, Rafael Gómez Montoya, manifestó que el Gallardón «tiene razones más que sobradas para estar preocupado y no dormir». En su opinión, «el problema no es hacer una obra faraónica, el problema es si tienes dinero para poder hacerla, y si lo pides y puedes devolverlo».