Mas inicia el curso político atrapado en el callejón sin salida de la consulta

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

La Generalitat sigue sin aclarar qué hará si el Tribunal Constitucional la veta y ERC amenaza con romper con el presidente catalán si no se celebra

27 ago 2014 . Actualizado a las 15:39 h.

«Anuncio que se ha acabado el tiempo de las especulaciones, ahora viene el tiempo de las decisiones». Con esta frase, el portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, abrió ayer el curso político en Cataluña, que se prevé turbulento. Solo quedan dos meses y medio para la consulta soberanista fijada para el 9 de noviembre y, a estas alturas, Artur Mas aún no ha desvelado qué hará si, como parece inevitable, el Tribunal Constitucional la suspende.

Homs tampoco quiso aclarar el enigma en su críptica rueda de prensa de ayer tras la primera reunión del Gobierno catalán una vez acabadas las vacaciones. El consejero de Presidencia se limitó a insistir en que la Generalitat cumplirá su compromiso con la hoja de ruta fijada en los acuerdos de las fuerzas soberanistas -CiU, ERC, ICV y la CUP- del pasado mes de diciembre.

Advertencia de Junqueras

«Empezaremos a partir del primer lunes de septiembre, mes en que iremos tomando decisiones para cumplir esos acuerdos», afirmó. Pero la cuestión clave sigue siendo si Mas está dispuesto o no a sacar las urnas a la calle con un veto del Constitucional encima de la mesa, como le exige su socio ERC.

Precisamente ayer el presidente de los republicanos, Oriol Junqueras, reiteraba que no admitirá ningún plan B a la consulta y amenazaba veladamente a Mas con dejarle caer si no se celebra. «Estoy convencido de que todo el mundo cumplirá los acuerdos que existen. No me puedo imaginar ningún otro escenario», señaló. De esta forma cerraba la puerta a un escenario con el que se había especulado estos días en el caso de que no se celebrara la consulta, que consistiría en convocar unas elecciones anticipadas plebiscitarias en las que CiU y ERC concurrirían en una candidatura única. Junqueras lanzó este mensaje en dirección a Mas: no llegará a acuerdos futuros con quienes no cumplan con los actuales.

¿Qué hará Mas? Ya el pasado día 11, la vicepresidenta catalana, Joana Ortega, de Unió, dejó la primera pista de lo que podría suceder en caso de suspensión de la consulta por el Constitucional al señalar que en ese caso no se votaría.

La airada reacción de ERC obligó a Mas a terciar, con su habitual ambigüedad calculada: «El plan es votar, pero obviamente se tiene que hacer bien». El presidente catalán siempre ha dicho que el referendo se haría de acuerdo con la legalidad, pero entiende que esa cobertura se la proporciona la ley de consultas que va a aprobar el Parlamento catalán a mediados de septiembre tras la celebración de la Diada. Lo que es seguro es que Mas la convocará con ese instrumento legal. Una vez que lo haga puede entender que ya ha cumplido el compromiso con los partidos soberanistas al que aludió Homs.

Lo más probable es que Mas no se atreva a desafiar el veto del Constitucional y no saque las urnas a la calle el 9 de noviembre, lo que le podría abocar a la ruptura con ERC y a la convocatoria de elecciones anticipadas con carácter plebiscitario. Todo esto mientras las encuestas y los resultados de las europeas indican que ERC ya está por delante de CiU en la intención de voto.

Respuesta a Rajoy y Merkel

Por su parte, Francesc Homs sí fue contundente en su respuesta a Mariano Rajoy y Angela Merkel, que el día anterior hicieron frente común en el rechazo a la consulta independentista. Al presidente del Gobierno, que en Santiago advirtió de que «no se va a celebrar ningún referendo ilegal», ya que es «un disparate», le contestó que ««votar, se votará» y que «lo que es absurdo, en un contexto democrático, es estar en contra de poder votar»». Y a la canciller alemana: «A Merkel no la hemos escuchado criticar nunca lo que pasa en Escocia. ¿Dónde está la diferencia? Pues en la actitud democrática del Gobierno británico y del español».