La relación de Monedero, el más activo, y de Iglesias, más oculto, se dio directamente con Hugo Chávez y tuvo numerosas anclas financieras
01 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Aunque ambos residieron en Venezuela y ambos fueron asesores del Gobierno de Hugo Chávez, y de la revolución bolivariana, la relación entre el chavismo y Podemos ha sido más cercana con Juan Carlos Monedero, número tres del partido, que con Pablo Iglesias, el número uno.
La relación de Iglesias y Monedero (así como con Carolina Bescansa, número dos de la formación) se dio directamente con Hugo Chávez y tuvo, como se ha aireado suficientemente en la prensa española, numerosas anclas financieras: desde las ayudas a la Fundación CEPS, por un monto que algunos ubican en 425.000 euros y otros en más de 4 millones, hasta los sueldos de 7.000 euros mensuales que devengaron Iglesias entre el 2006 y el 2007, y Monedero entre el 2005 y el 2010, cuando residieron en el país sudamericano.
A Monedero se le atribuye directamente haber influido en las políticas de expropiaciones masivas de tierras y alimentos en Venezuela, y aunque en el 2009 tuvo un impase con el chavismo, cuando advirtió a Chávez sobre los peligros de su hiperliderazgo, lo cierto es que buena parte del equipo que trabajó con él en el Centro Internacional Miranda entre el 2005 y el 2010 tiene hoy posiciones de alto poder en el Gobierno de Nicolás Maduro, y el propio presidente, entonces canciller, tuvo relación directa con ambos políticos.
El Centro Internacional Miranda (un grupo que buscaba adhesiones de intelectuales y artistas internacionales al chavismo), fue idea de Monedero, así como la creación del Frente Francisco de Miranda, un movimiento interno juvenil de apoyo al chavismo financiado desde el propio Estado.
Chávez siempre fue consciente de que internacionalmente su revolución tenía pies de barro, y desde un principio buscó apoyo de intelectuales y Gobiernos afines a posiciones de izquierda radical; así como internamente, los más jóvenes siempre lo vieron con recelo. Conoció a Monedero en el 2002, a través de Gaspar Llamazares (coordinador de IU) y de Gladys Gutiérrez, entonces cónsul de Venezuela en Madrid y hoy presidenta del Tribunal Supremo de Justicia.
Por su parte, tanto Íñigo Errejón como Carolina Bescansa, también del núcleo duro de Podemos y de la Universidad Complutense, han estado muy cerca del chavismo, pero en la actividad encuestadora. Errejón forma parte de GIS XXI, empresa encuestadora propiedad de Jesse Chacón, quien ha ocupado varios cargos en el Gobierno venezolano (ahora es ministro de Energía Eléctrica) y Bescansa tuvo una llamada «encuesta Veneop» en el 2006, que supuestamente contaba con el respaldo de la universidad, respaldo que luego fue desmentido.
Iglesias residió en Venezuela entre el 2006 y el 2007, «aunque no como asesor», destaca Nicmer Evans, un disidente del chavismo. Qué hacía el máximo dirigente de Podemos en Venezuela permanece como un misterio, aunque se sabe que estuvo muy cerca del propio Chávez. «No había nada en lo que un hombre de 28 años pudiera asesorar a Chávez», señala un miembro de la oposición venezolana, que solicitó el anonimato. «Era evidente lo contrario: que era Iglesias el que recibía la asesoría. Los resultados los vemos ahora», afirma.