El supuesto agresor de la ballesta declaró que oía voces que le animaban a matar

Efe BARCELONA

ESPAÑA

Servicios sociales atienden a una joven del Instituto Joan Fuster de Barcelona
Servicios sociales atienden a una joven del Instituto Joan Fuster de Barcelona JOSEP LAGO | AFP

Los compañeros del menor, que «siempre estaba solo», han explicado que había repetido en varias ocasiones la semana pasada que iba a matar a todos los profesores y luego suicidarse

20 abr 2015 . Actualizado a las 21:22 h.

Compañeros del menor que esta mañana ha matado con una ballesta a un profesor y ha herido a cuatro personas más en el instituto Joan Fuster de Barcelona han asegurado que el joven, de 13 años, había repetido en varias ocasiones la semana pasada de que iba a matar a todos los profesores y luego se iba a suicidar.

A pesar de las declaraciones de los alumnos, los investigadores han descartado que el menor tuviera una lista de nombres, algo que habían asegurado algunos compañeros del presunto agresor. Explicaban, a las puertas del instituto, que consideraron que la lista que hacía el futuro agresor -cuya existencia se niega ahora- era una broma.  

La idea, en cualquier caso, parece que le rondaba por la cabeza desde hace al menos un par de meses. «Nos había contado que quería entrar en el Ejército para aprender a manejar armas y después volver a clase para matar a los profesores», afirmaron algunos de los compañeros, que también explicaron que el chico presumía de lo fácil que es cometer un atentado en la escuela y les explicaba cómo se fabrican bombas caseras.

Todo el mundo, según cuentan los alumnos, pensaban que hablaba en broma, a pesar de que les decía que tenía una ballesta, cuchillos, un martillo y pólvora en su casa. «Hoy ha demostrado que es capaz de hacer todo lo que decía, no pensaba que llegaría tan lejos», dijo uno de sus compañeros. «Parecía una película», comentaba otro. La madre de una de las alumnas relataba las escenas de pánico que se vivieron en el interior del centro. «Han salido corriendo mientras veían la cara del chico descompuesta, mi hija se ha caído y le han ayudado a levantarse», señaló. 

Según fuentes cercanas al caso, el agresor, que vestía una cazadora de estilo militar, llevaba una lista sobre potenciales objetivos en su mochila. El niño «siempre estaba solo», según sus compañeros.

Oía voces que le animaban a matar

Después de ser reducido por un profesor, que ha tratado de calmarle,el joven ha contado que desde hacía semanas oía voces que le animaban a matar a los profesores y a sus compañeros de clase.

Estas voces se agudizaron anoche, por lo que el chico ha acudido hoy al instituto con retraso, armado con el machete y la ballesta y con un cóctel molotov «muy rudimentario» escondido en su mochila. En su pupitre de clase había dibujados símbolos nazis, como una cruz gamada.

Encerrados en las clases

Los alumnos de tercero de ESO se han encerrado inicialmente en su clase al saber que un alumno de segundo, armado con una ballesta, había agredido a un profesor, según han explicado los menores. 

Los estudiantes también han asegurado que el agresor ha tirado la ballesta, hecha con madera y bolígrafos, a una papelera, antes de salir corriendo.

Los Mossos d'Esquadra están tomando fotografías, huellas y recogiendo datos dentro del instituto y han comenzado a llamar a declarar a algunos de los alumnos que han presenciado el suceso, algunos de los cuales han tenido que ser atendidos por crisis de ansiedad.

Alarma de emergencia

Tras el ataque, el colegio ha hecho que todos los alumnos se concentraran en el patio y ha hecho sonar la alarma de emergencias. «Nuestra profesora ha salido a ver qué pasaba porque ha escuchado gritos, nos ha hecho salir corriendo y hemos visto al profesor estirado en el suelo lleno de sangre», han relatado algunos de ellos.

Los alumnos han sido finalmente desalojados el centro y se encuentran concentrados en la plaza Ferrán Reyes, en el barrio de La Sagrera de Barcelona. Algunos han roto a llorar y otros, con crisis de ansiedad, están siendo atendidos por el Servicio de Emergencias Médicas desplazados al lugar, que los acompañan al interior del instituto, situado en un pasaje junto a una escuela, para atenderles.

Los alumnos que han querido volver al aula a recoger sus cosas están siendo acompañados al interior del instituto para recuperar objetos personales que han abandonado cuando han huido corriendo al ver la agresión. La mayoría de los alumnos concentrados en la plaza está comentando la actuación, muchos escribiendo en sus teléfonos móviles.

Atención psicológica

Los estudiantes del instituto Joan Fuster recibirán atención psicológica en sus aulas y el miércoles se retomarán las clases «con la máxima normalidad posible», según ha informado la directora del centro. Lo ha dicho en el instituto durante una declaración sin preguntas ante los medios junto al alcalde de Barcelona, Xavier Trias, y a la consellera de Enseñanza de la Generalitat, Irene Rigau.

Para las 20 horas del martes ha convocado un claustro extraordinario con el fin de «adoptar las pautas de asesoramiento general», y desde las 10 se atenderá a los alumnos en las aulas, que podrán regresar a casa a las 12.

El miércoles se retomarán las clases y se programará una ceremonia conmemorativa, según Parramon, que ha calificado los hechos de «muy graves» y ha mostrado el dolor por lo ocurrido.

La comunidad educativa, conmocionada

La comunidad educativa catalana está conmocionada por el suceso ocurrido hoy en el instituto Joan Fuster de Barcelona. La secretaria de Educación de CCOO y profesora Montse Ros ha expresado a Efe su «horror» por lo sucedido, que ha calificado de «inexplicable», al tiempo que ha trasladado el pésame a la familia y su apoyo a toda la comunidad del instituto.

«Estamos en estado de shock, ayudaremos en lo que podamos, es un horror muy grande, nos ponemos a disposición de lo que se necesite», ha comentado, muy afectada, Montse Ros.

Las redes sociales que utilizan habitualmente los docentes catalanes están esta mañana llenas de mensajes de ánimo, apoyo, desconsuelo y conmoción por lo ocurrido en el instituto del barrio de La Sagrera.