Xunta y sindicatos celebran la marcha atrás del Gobierno

maría santalla REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

Brais Lorenzo | EFE

Pese a ello, las plataformas ciudadanas y las organizaciones profesionales no se fían y mantendrán las movilizaciones

25 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde el departamento de Xustiza de la Xunta habían dejado caer hace algunas semanas, mientras el ministro Catalá no dejaba de dar la referencia del 15 de julio como la fecha en la que entraría en vigor la reforma del Registro Civil, que la medida podría aplazarse. Ayer, el día en el que ese vaticinio se hizo realidad, el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, del que depende la Dirección Xeral de Xustiza, celebraba la decisión del ministerio. Desde Ourense, declaró que «se se vai escoitar a todos os posibles afectados para intentar, entre todos, escoller a mellor solución, pois perfecto, benvido sexa», y pidió que «agora o que toca é que todo o que teña ideas ou aportacións que facer, que as faga para que acertemos». El vicepresidente se mostró partidario de que el Registro Civil siga siendo gratuito y próximo a los ciudadanos.

Lo cierto es que la reforma del Registro Civil planteada por el Ministerio de Justicia había convencido a muy pocos en Galicia. Plataformas ciudadanas y sindicatos se unieron para dar la batalla en la calle, e incluso las empresas funerarias mostraron su recelo hacia una norma que creían que les perjudicaría. Todos ellos recibieron ayer la noticia con una perfecta mezcla de alegría, desconfianza y cansancio. Alegría por el anuncio del ministro Catalá de que la reforma queda paralizada. Desconfianza, porque temen que se trate únicamente de un reclamo electoral. Cansancio, porque llevan «muchos meses luchando contra esta reforma». Lo recordaba la presidenta de SOS Xustiza, Yolanda Aguiar, a la que la novedad sorprendió a las puertas del Ayuntamiento de Vigo recogiendo firmas contra un proyecto que siempre ha calificado como de «privatización».

Para Aguiar, el anuncio de ayer «es un gran triunfo de los ciudadanos». Lo es porque en el ministerio «saben que la campaña de recogida de firmas es un rotundo éxito y que la contestación social ya no se puede silenciar. Saben que vamos a alcanzar las 500.000 firmas y podremos presentar la iniciativa legislativa popular, y no quieren enfrentarse a ello a las puertas de unas elecciones».

«Vamos a continuar»

Precisamente, las próximas citas electorales son las que mantienen a la expectativa a las plataformas y sindicatos que se oponen a que el Registro Civil se encomiende a los registradores de la propiedad y mercantiles. Nada más conocerse la noticia comenzaron a cruzarse las llamadas entre las organizaciones que integran la plataforma contra la privatización de ese servicio en Galicia. La decisión fue mantener las movilizaciones que estaban previstas hasta que el anuncio hecho ayer por Catalá de manera informal se convierta en oficial. «Vamos a continuar, porque no queremos bajar la guardia. Para el 9 de mayo teníamos prevista una gran chocolatada y la mantendremos, sea como reivindicación o como acto lúdico», decía la presidenta de SOS Xustiza.

Las organizaciones piden al Ministerio de Justicia que aclare «si estamos ante una simple prórroga de la entrada en vigor de la reforma sin abandonar el proyecto o ante la retirada del modelo de Registro Civil con registradores de la propiedad», decían desde el sindicato CSIF.

Los opositores a la reforma reclaman también que a partir de ahora se abra una vía de diálogo: «El ministerio tiene que llamar a los operadores jurídicos, con los que hasta ahora no ha contado», pedía Yolanda Aguiar. Ahora bien, no será un diálogo sin condiciones. Enrique Araújo, del Sindicato de Trabajadores de la Administración de Justicia (STAJ), explica que están «dispostos a falar, pero sempre que o Rexistro Civil non saia da xustiza. O diálogo ten que se basear niso». Su propuesta de partida está clara: «Que o Rexistro o asuman os secretarios xudiciais e coa posibilidade de que os funcionarios poidan participar, e que haxa rexistro alí onde haxa concello».