Ciudadanos amplía su cúpula para dar entrada a los dirigentes autonómicos

C. R. BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

MARTA PÉREZ | EFE

En muy poco tiempo ha pasado de estar circunscrita a Cataluña a protagonizar una rápida expansión en el resto del país

27 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El Consejo General de Ciudadanos dio ayer el visto bueno a la nueva ejecutiva del partido, que responde, según Albert Rivera, a la «nueva realidad del partido». La formación naranja se ha visto obligada a hacer cambios en su funcionamiento interno porque en muy poco tiempo ha pasado de estar circunscrita a Cataluña a protagonizar una rápida expansión en el resto de España y convertirse en un partido de ámbito nacional.

Hace un año, Ciudadanos solo contaba con nueve diputados en el Parlamento de Cataluña y dos escaños en la Eurocámara, mientras que hoy, tras las elecciones autonómicas y municipales del 24 de mayo, tiene 1.527 concejales, 756 grupos municipales y 74 diputados en doce parlamentos. Ciudadanos refuerza además su cúpula con vistas a los próximos meses, marcados por las elecciones catalanas, donde el partido aspira a ser la segunda fuerza, tras Junts pel Sí, y las generales, en las que Rivera pretende que su partido sea decisivo para la gobernabilidad de España.

Los dirigentes que se incorporan a la dirección son Luis Garicano, responsable del programa económico; el europarlamentario Javier Nart; la escritora lucense Marta Rivera de la Cruz; el valenciano Fernando Giner; la aragonesa Susana Gaspar; la portavoz en las Cortes valencianas, Carolina Punset, y sus homólogos en la Asamblea de Madrid, Ignacio Aguado, y en el Parlamento andaluz, Juan Marín; la canaria Melisa Rodríguez; el castellano-leonés Luis Fuentes; el balear Xavier Pericay; y la portavoz en el Ayuntamiento madrileño, Begoña Villacís. Los cambios en la cúpula han encontrado resistencias dentro de la formación. Francesca de Benito, hasta hace poco secretaria de Organización en Cataluña, anunció su baja del partido por «graves desacuerdos y discrepancias» con Rivera, quien la atribuyó a motivos de ambición personal no colmados.