El experto augura una próxima legislatura de profundos cambios
02 dic 2015 . Actualizado a las 19:08 h.Reputado analista electoral, colaborador de La Voz de Galicia, Jaime Miquel acaba de publicar La perestroika de Felipe VI (RBA), en el que analiza la crisis del sistema institucional, el fin del bipartidismo y la próxima refundación del sistema democrático.
-¿Cuál es la «perestroika» de Felipe VI?
-Me refiero a que se ha agotado el orden del 78, España se enfrenta a un período de profundas reformas, que van desde el modelo territorial del Estado a la ley electoral. Este proceso lo lidera el propio sistema, por eso es perestroika, y la única figura que conserva prestigio es Felipe VI.
-¿Cómo puede liderar el cambio un monarca constitucional?
-Está obligado a propiciar ese cambio profundo. España es plurinacional. Felipe VI tiene que hacer un tránsito desde su condición de rey que sanciona leyes nacionales hasta otro tiempo donde su hija Leonor no sancionará leyes nacionales. La legislatura entrante será de profundos cambios para encontrar soluciones definitivamente integradoras. Llega el momento de cerrar una etapa que yo llamo el posfranquismo, en la que se interpreta el mandato popular como licencia para el caudillaje con hábitos y manifestaciones que son predemocráticas.
-¿Qué futuro tiene el bipartidismo?
-El bipartidismo dejó de funcionar en mayo del 2010 con la desmovilización masiva de los votantes del PSOE, de la mitad más joven. A partir de ahí vino un lapso hegemónico del PP, que llega hasta julio del 2012. De ahí a nuestros días lo que sucede primero es la explosión de Podemos, y en febrero del 2015 se incorpora Ciudadanos, por lo que estamos en un sistema pluripartidista inédito con cuatro fuerzas hegemónicas. Dos son nuevas y están en progresión y las otras dos son viejas y están en regresión.
-¿Es inexorable que estos dos nuevos partidos sustituyan a los dos viejos con el tiempo?
-Con el tiempo no, enseguida.
-¿Cuándo se producirá?
-En la legislatura entrante ya habrá cambiado la política, ya no será llego yo aquí y te vas a enterar como desde 1980 hasta ahora. Se producirán grandes acuerdos para resolver problemas y en las siguientes elecciones los partidos nuevos ganarán a los viejos.
-¿Por qué ha caído Podemos respecto a las expectativas que despertó?
-Lo que ha sucedido es que el efecto llamada del concepto casta es absolutamente transversal. El estímulo de los dos nuevos partidos es el mismo, la ruptura con la actual clase política. Lo que pasa es que unos electores lo que quieren ser es liberales o conservadores europeos sin vergüenza de ninguna clase y otros terminar con las políticas que se están aplicando en España y en el sur de Europa. Pero después de pasar por la Moncloa Pablo Iglesias ya no es un friki ni un radical ni un chavista porque lo ha llamado Rajoy. La nueva política se visualizó en su debate con Rivera en el programa de Jordi Évole, con la frase estoy de acuerdo, que se pronunció 14 veces.
-¿Por qué sube con tanta fuerza Ciudadanos?
-Es un voto al hueco. Lo vimos en las elecciones de Andalucía, ahí no había nada, ni partido ni estructura ni campaña. Ciudadanos es la renovación pura y dura de la derecha sin complejos.
-¿A quién favorece la eclosión en primer plano del tema catalán? ¿Puede sacar partido Rajoy?
-No. Aquí lo que se está ventilando es lo nuevo contra lo viejo. En España la gente sigue a sus cosas, pasa de Cataluña. El elector no es idiota. La sociedad española no está pendiente de ese asunto, le da lo mismo, tiene certidumbres muy profundas sobre lo que somos y cómo se resuelven las cosas. No se asusta nadie. Ese eje no organiza nada. Los votos que pueda movilizar son cero. El eje que organiza no es derecha-izquierda ni Cataluña-España sino nuevo-viejo.
-¿Y la reacción tras los atentados a París influirá?
-Muy poco, por las mismas razones. Incide sobre unos votantes que el PP ya tiene con el eje de Cataluña.
-¿Cómo ve al PSOE?
-El PSOE actualmente es un partido andaluz con oficina en Madrid. Pedro Sánchez se ha quedado sin campaña después de pasar por la Moncloa.