Albert Rivera advierte que no se fía de Rajoy y anima a Sánchez a controlarlo juntos

alfonso torices MADRID / COLPISA

ESPAÑA

ANDREA COMAS | REUTERS

El líder de Ciudadanos reivindica su pacto porque trae las reformas que necesita España y pide al PSOE que no sea un tapón

01 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Albert Rivera subió ayer a la tribuna con el triple objetivo de justificar su cambio de postura y su pacto con el PP por la necesidad de evitar otras elecciones y de que haya Gobierno, de marcar distancias con un Mariano Rajoy del que admitió que no se fía y de reclamar a Pedro Sánchez que olvide intereses partidistas y personales y desbloquee la política española con su abstención.

Rivera presentó a Ciudadanos como el verdadero partido «útil» del hemiciclo y el único que ha estado dispuesto a elegir entre lo «malo» -apoyar un Gobierno de Rajoy- y «lo peor» -mantener el bloqueo de las instituciones-. A cambio de este esfuerzo, destacó, ha conseguido, como ya hizo en marzo con el PSOE, sellar un acuerdo de investidura que obliga al candidato popular, si llega a la Moncloa, a impulsar junto a ellos en el Congreso 150 cambios y reformas políticas, sociales e institucionales para mejorar la vida de los españoles, de lo que dijo sentirse «orgulloso».

El líder de Ciudadanos, sin embargo, no ocultó que, pese al sí, no se fía de un Rajoy que ha puesto en marcha durante cuatro años muchas políticas equivocadas y que no ha sabido o no ha querido luchar contra la corrupción que afecta al partido que dirige desde hace ocho años. Por ese motivo, antes de darle el sí, le ha puesto, dijo, como «condición» firmar un pacto anticorrupción y le ha avisado de que solo contará con su apoyo más allá de la investidura para sacar adelante las reformas comprometidas. «Si usted cumple el acuerdo esto puede durar mucho, pero si no, puede durar poco».

El «carguito»

El discurso de Rivera, además de destacar las virtudes de las reformas pactadas y de aclarar que el Ejecutivo de Rajoy solo es el mal menor, se centró en tratar de convencer a Sánchez de que debe seguir su camino y permitir que España tenga Gobierno. «Con todos los retos que España tiene por delante, yo no me veo capaz de mirar a los ojos de los españoles y decirles que por la política de la ejecutiva de mi partido, o por mi sillón, o no sé por qué carguito este país no se pone en marcha», le recriminó. Destacó que, a diferencia del candidato, se niega a dar la investidura por perdida. Por ello, recordó a Sánchez que en su intento fallido le dijo a Rajoy que con su no se convertía en «el tapón de la democracia española», por lo que le pidió que ahora «tampoco lo sea usted».