Guerra abierta en Podemos ante el intento de Iglesias de someter a Errejón

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Sergio Barrenechea | efe

Un manifiesto de los críticos denuncia la «involución» que pretende el líder del partido

10 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Las diferencias políticas y estratégicas que separan a Pablo Iglesias e Íñigo Errejón se han convertido en guerra abierta entre los sectores que los respaldan a dos meses de la crucial asamblea ciudadana nacional, que supondrá la refundación de la formación. Los errejonistas lanzaron ayer un manifiesto incendiario contra el secretario general, que pretende que la votación de las propuestas y las caras que dirigirán el partido se hagan en un mismo paquete. Para ello, Iglesias convocó el lunes un referendo interno, entre el 18 y el 20 de diciembre, para que las bases se pronuncien sobre ese sistema, que los críticos consideran un plebiscito sobre su figura para diseñar a su conveniencia el llamado Vistalegre II, el segundo congreso estatal de Podemos, previsto para el segundo fin de semana de febrero. De esta forma impedía que la decisión la tomara el consejo ciudadano estatal, donde hay una mayoría afín al número dos.

El texto titulado Recuperar la ilusión. Democracia para ganar lo han firmado hasta el momento más de 3.500 personas, entre ellas tres centenares de cargos públicos e internos afines a Errejón. Los rebeldes piden que se voten antes las propuestas, y después, quiénes las representan, lo que permitiría un debate previo sin condicionamientos sobre la estrategia política y el modelo organizativo. El manifiesto contiene claros ataques a Iglesias, a quien acusan de querer convertir la asamblea en un «concurso de popularidad» que limite la voz de la militancia, o en un «combate de boxeo», que acabe con «el sometimiento de uno ante otro». Los partidarios de Errejón se remiten a Vistalegre I, que «respetó la separación entre ambos debates». El texto concluye con una dura advertencia: «No nos podemos permitir tal involución democrática».

Cuestión clave

El voto en bloque o por separado de las propuestas y las caras no es una mera cuestión formal, sino de gran importancia. Pablo Iglesias pretende lanzar un órdago a los militantes: si quieren que siga siendo secretario político deben aceptar también su hoja de ruta política. Eso es lo que tratan de evitar los errejonistas, que temen ser laminados en el congreso de febrero.

Los firmantes reclaman también mayor proporcionalidad de los órganos internos para conseguir más pluralidad, listas abiertas, igualdad de género en puestos de responsabilidad y un equilibro territorial que se corresponda a la propuesta de plurinacionalidad de Podemos; una comisión de garantías independiente; y un censo que fomente la inscripción del mayor número de personas posibles. El manifiesto termina así: «Con democracia, gana Podemos; sin democracia, perdemos Podemos».

Entre los signatarios se encuentran Rita Maestre, portavoz en el Ayuntamiento de Madrid; Sergio Pascual, diputado y ex secretario de organización de Podemos; José Manuel López, portavoz en la Asamblea de Madrid; la diputada Tania Sánchez; y el responsable de discurso Jorge Moruno.

La iniciativa fue recibida con indignación entre los pablistas. El primero en reaccionar públicamente fue Juan Carlos Monedero, quien acusó a los errejonistas -no a Errejón, que «es más listo», dijo- de actuar de forma «deshonesta» con su partido por usar los medios de comunicación para «ganar fuera lo que han perdido dentro». El secretario de organización, Pablo Echenique, señaló en Santiago que la intención que plantea el manifiesto de mayor democracia es buena, pero la propuesta de separar «proyectos políticos de candidaturas» parte de un «razonamiento incorrecto» que «no tiene mucha lógica». Para Echenique, «cuando hay una candidatura a liderar una formación política, esa candidatura va con un proyecto detrás».

Dos visiones que están cada vez más enfrentadas

La disputa entre pablistas y errejonistas es a la vez una lucha por el poder y un debate sobre el proyecto político y la estrategia a seguir. Errejón descarta disputar a Iglesias la secretaría general, sabedor de que tiene todas las de perder, pero sí está dispuesto a dar la batalla de las ideas, que cree que puede ganar.

Proyecto

La calle y el Congreso. Iglesias defiende un Podemos que prime la acción en la calle -por eso ha llamado a cavar trincheras en la sociedad civil- sobre el trabajo en el Parlamento, que cree que no tiene posibilidad real de cambiar las cosas. Errejón da una gran importancia a la labor en las instituciones.

Estrategia

Meter miedo o seducir. El conflicto se agravó cuando el líder de Podemos defendió que el partido debe dar miedo a los poderosos, a lo que Errejón contestó que ese no es el reto, sino seducir a los que no confían en su formación. Para el número dos, Podemos solo podrá superar su techo electoral si atrae a los sectores moderados, en especial a los descontentos con el PSOE.

La batalla de Madrid

Victoria de los pablistas. La guerra tuvo una batalla muy importante en Madrid, donde se enfrentaron ambos modelos. El pablista, representado por Ramón Espinar, y el errejonista, por Rita Maestre. Ganaron los oficialistas, lo que supuso un espaldarazo para las tesis de Iglesias.