Llevan por primera vez a Estrasburgo un crimen de ETA para pedir justicia

EFE MADRID

ESPAÑA

La familia del teniente coronel Ramón Romea, asesinado en 1981, ha presentado una demanda ante el TEDH ya que la Justicia belga no ha ejecutado la orden de detención contra la presunta autora del crimen, Natividad Jauregi

17 ene 2017 . Actualizado a las 18:25 h.

La familia del teniente coronel del Ejército Ramón Romea, asesinado por ETA en 1981, ha presentado una demanda ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, ya que la Justicia belga no ha ejecutado la orden de detención contra la presunta autora del crimen, Natividad Jauregi.

Se trata de la primera vez que los familiares de una víctima de la banda terrorista acuden a Estrasburgo, tal y como ha explicado en rueda de prensa Carmen, una de las hijas del asesinado y Mari Mar Blanco, la presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, organismo que respalda la iniciativa junto con el Ministerio del Interior y la asociación Covite.

Una demanda presentada ayer con la que esta familia quiere recurrir la decisión de los tribunales belgas que hasta en dos ocasiones consecutivas han decidido no ejecutar la orden de detención y entrega dictada por la Audiencia Nacional contra la etarra Natividad Jauregi, presunta autora del asesinato del militar.

Es además la única etarra que queda por enjuiciar del comando Vizcaya de aquellas fechas, integrado por José Antonio Borde, Sebastián Echániz y Enrique Letona, condenados a penas de 28 años de prisión cada uno por la Audiencia Nacional en el 2007.

Jauregi fue detenida en Gante (Bélgica) el 8 de octubre de 2013 y un año después la justicia belga denegó la extradición «al presumir que España podría violar los derechos humanos».

«Es una asesina con todas las letras», ha dejado claro su hija, que ha lamentado que esté viviendo «como una reina», con una empresa propia de cátering, amparada por un tribunal de un país que «tiene la obligación» de cumplir con las decisiones de la justicia española.

El 19 de marzo de 1981, Ramón Romeo acudió a la misa de las 9:30 horas en la basílica de Begoña de Bilbao. Cuando terminó la ceremonia religiosa, un hombre y una mujer le siguieron y ella le disparó en la nuca. Dos días después falleció en el hospital.

Desde que en el 2014 los tribunales belgas decidieran por primera vez denegar la extradición, el colectivo de víctimas Covite, según ha explicado su presidenta, Consuelo Ordóñez, ha denunciado la situación ante eurodiputados españoles, el embajador español en la capital belga y el Gobierno, al que ha instado a denunciar el caso.

Por este motivo, la demanda apela a corregir el «incumplimiento manifiesto» de la obligación de la jurisdicción belga de dar protección al derecho a la vida, una decisión «manifiestamente fraudulenta y bochornosa», en palabras de Ordóñez.

Tanto Ordóñez como Blanco confían en que este paso sirva de «precedente» para que muchas familias de asesinados de ETA encuentren una «puerta» de justicia.

«Hasta ahora eran los verdugos los que acudían al tribunal de Estrasburgo y no quienes han visto vulnerados sus derechos; yo espero que este caso sirva de ejemplo», ha subrayado Blanco.