Pedro Sánchez: «Estoy fuerte y con ganas. No descarto presentarme»

paula de las heras MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Hace caso omiso a la intención de Patxi López de competir por la secretaría general

17 ene 2017 . Actualizado a las 16:46 h.

Pedro Sánchez no tira la toalla. El exlíder del PSOE ha pasado tres meses, desde su dimisión el pasado 1 de octubre, sumido en una profunda reflexión sobre cuál debería ser su papel en el partido. Ahora parece dispuesto a explorar sus posibilidades, según trasladó ayer, dos días después de que Patxi López comunicara su intención de competir por la secretaría general, a algunos cuadros en los que se apoyó durante los dos años en los lideró la formación. «Estoy fuerte y con ganas. No descarto presentarme», afirmó.

Al ex secretario general le han abandonado la mayoría de los secretarios regionales. La vasca Idoia Mendía, el catalán Miquel Iceta, el riojano César Luena y la balear Francina Armengol creen ahora que Sánchez no es el líder que necesita el PSOE. Y esa era una de las bazas del equipo del exlendakari, poder recoger y ampliar el caudal sanchista.

Dividir fuerzas

López lo confirmó el domingo en la presentación de su candidatura. «Quiero sumar a Pedro -llegó a decir- y a miles y miles de militantes». De momento, no lo tendrá fácil. Sánchez ha convocado para esta semana a sus últimos fieles, entre ellos el secretario provincial de Valencia, José Luis Abalos, la diputada asturiana Adriana Lastra y el alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano. Admiten que aún están cotejando agendas y haciendo recuento. Algunos de sus antiguos simpatizantes advierten de que nada hará «más feliz» a Susana Díaz que saber que él se presenta, que su candidatura dividirá fuerzas y que le dará a ella una victoria segura. Entienden que, de alguna manera, Sánchez puede sentirse «traicionado» por la actitud de los que fueron sus más estrechos colaboradores, ahora en la candidatura del exlendakari: Luena, que era su secretario de organización; el que fue coordinador de su campaña electoral, Rodolfo Ares y, sobre todo, el exportavoz en el Senado, Óscar López. Sin embargo, argumentan que él mismo ha alentado con sus dudas que buscaran otro candidato.

Los irreductibles sanchistas, en cambio, tienen otro relato. Sospechan que, en realidad, esos tres exdirigentes tuvieron claro desde el principio que Sánchez no debía presentarse y no fueron sinceros. Incluso contemplan la posibilidad de que le empujaran a abandonar el escaño -coincidían en que un ex secretario general no puede votar en contra de la decisión del comité federal y que, en su caso, tampoco podía abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy- para perjudicarle y dejarle sin plataforma. Patxi López es diputado y Susana Díaz podría hacerse senadora.

Traición

En el entorno del diputado vasco aún creen, no obstante, que hay espacio para el entendimiento. Si no con el núcleo duro del ex secretario general, que creen reducido, sí con los cuadros medios. Patxi López, por lo pronto, aseguró que él no siente haber traicionado a nadie. «Siempre he sido fiel a mi secretario general; no me presento para cortar el paso a nadie, sino para defender unas ideas en la que creo», insistió.

El exalcalde de San Sebastián, Odón Elorza, dio por hecho ayer que Sánchez se presentará y que su candidatura debería «converger» con la de López. El principal representante de Izquierda Socialista, José Antonio Pérez Tapias, defendió en cambio que es Sánchez quien debe encabezar una candidatura que compita con la de Susana Díaz. Alegó que López sale «del mismo sector» que la andaluza, es decir, que ambos representan a las élites, mientras que el ex secretario general recoge el sentimiento de las bases.