Sánchez convierte el congreso en un acto de aclamación a su liderazgo

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Javier Lizón | efe

El PSdeG confía en ocupar un puesto en una ejecutiva que no será de integración

17 jun 2017 . Actualizado a las 18:32 h.

Después de haber vivido el que sin duda ha sido uno de los años más convulsos de su historia, el PSOE afronta a partir de hoy uno de sus congresos más tranquilos y con menos incertidumbre de su trayectoria. La amplia victoria obtenida en las primarias por Pedro Sánchez le deja las manos libres para conformar una ejecutiva en la que la presencia de sus críticos sea meramente testimonial. Aunque busca salir de este congreso con un mensaje de unidad, el criterio para formar la ejecutiva no es la integración, sino la adhesión y la eficacia. El problema para Sánchez no es por tanto el control del partido, sino el hecho de que va a ser el primer secretario general de la reciente etapa democrática sin escaño.

Consciente de la dificultad de liderar la oposición sin visibilidad en el Parlamento, ha querido despojar el congreso del PSOE de cualquier incertidumbre en torno a la lista de la ejecutiva, adelantando de antemano todos los puestos de relevancia, para que el cónclave se centre en su aclamación como nuevo líder. Por el mismo motivo, multiplicará en el futuro su presencia pública en ruedas de prensa tras las reuniones de la ejecutiva.

Ese afán de marcar territorio es el que le lleva a poner distancia con las prisas del líder de Podemos, Pablo Iglesias, para forjar un bloque contra Mariano Rajoy. Sánchez quiere fijar sus tiempos. Y así lo dejó claro ayer la que desde hoy será su vicesecretaria general, Adriana Lastra, quien recordó que el PSOE siempre tuvo la mano tendida hacia Podemos. «Se nos quedó colgando y no nos la quisieron dar», señaló. «La estrategia política del PSOE la marca el PSOE, no la marca ninguna otra fuerza política», insistió Lastra, tras explicar que no se plantean pactar con los partidos independentistas que apoyaron a Iglesias en la moción de censura.

Tranquilidad sobre Cataluña

Aunque no se esperan grandes sorpresas en el congreso, se aguarda también con expectación la posición que marcará Sánchez con respecto a otro de los debates fundamentales, el desafío independentista en Cataluña. La integración en la ejecutiva de Patxi López y del presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha alejado el temor de los críticos a que, tras las referencias de Sánchez al estado plurinacional, se produjera un giro respecto al discurso de la reforma constitucional de corte federal y los planteamientos de la Declaración de Granada del PSOE.

Caballero entrará por la FEMP

Pese a que en las quinielas que se están manejando no figura ningún miembro del PSdeG elegido directamente por Pedro Sánchez para formar parte de la ejecutiva, la delegación gallega da por seguro que finalmente tendrá un representante en la dirección, aunque no sea en una de las secretarías destacadas. Aunque el nombre que más suena es el de Pilar Cancela, presidenta de la gestora del PSdeG, no se descarta que Sánchez opte por una figura de su absoluta confianza que suscite menos polémica en diferentes sectores del socialismo gallego.

En todo caso, el alcalde de Vigo y presidente de la Federación Española de Municipios y provincias (FEMP), Abel Caballero, formará parte de la ejecutiva como miembro nato, ya que los estatutos del PSOE recogen que el dirigente socialista que ocupe un puesto de mayor rango en la FEMP estará en la dirección del partido. Caballero ha sido uno de los más significados defensores de Susana Díaz. Y, aunque sectores afines a Sánchez abogaban por sustituirlo en la FEMP o derogar ese punto de los estatutos para cerrarle el paso, Sánchez ha desistido de ello. De esta manera, Caballero se convertirá en el único crítico de Sánchez en la dirección del PSOE y, junto a Guillermo Fernández Vara, en uno de los escasos susanistas.