El PP ataca a Sánchez y el PSOE andaluz le pide que explique la plurinacionalidad

Enrique Clemente Navarro
ENRIQUE CLEMENTE MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

BENITO ORDOÑEZ

Mariano Rajoy le reclama que rebaje la crispación para favorecer el entendimiento

20 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La apuesta de Pedro Sánchez por la plurinacionalidad ha puesto en pie de guerra al PP y provocado inquietud en un sector del propio PSOE. Los populares llegaron a poner en duda el compromiso del secretario general con el Gobierno ante el desafío independentista en Cataluña.

Susana Díaz no quiso entrar en el debate sobre la plurinacionalidad en el congreso del fin de semana, aunque al ser preguntada si se sentía cómoda con este término, dijo que solo con el artículo 2 de la Constitución, que dice que España se fundamenta en la indisoluble unidad de la nación española, pero también reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran. Los socialistas andaluces fueron ayer más lejos y pidieron explicaciones a la nueva dirección sobre si la plurinacionalidad puede suponer que haya «españoles de primera y de segunda» o si todos los españoles serán iguales «vivan donde vivan». «Es que no lo sé», afirmó el secretario de organización del PSOE-Andalucía, Juan Cornejo, mano derecha de la presidenta andaluza.

Por su parte, la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, ponía como ejemplo de Estado plurinacional a Bolivia, que es «una nación de naciones». También aludió al caso de Baviera, que «es un Estado libre asociado en Alemania», pero «nadie dice que los bávaros no sean alemanes». Guillermo Fernández Vara, el nuevo presidente del consejo de política federal, el órgano que coordina a los capitidisminuidos barones socialistas, defendió que la adopción de la plurinacionalidad no supone ningún cambio respecto a la soberanía nacional, que recae en el conjunto del pueblo español.

En el PP las críticas fueron muy duras. El vicesecretario general de comunicación, Pablo Casado, recriminó a Sánchez que «juegue a la ambigüedad en pleno desafío secesionista» al defender la plurinacionalidad, que, a su juicio, no es compatible con la soberanía nacional que recoge la Constitución. Le acusó de optar por la «equidistancia» y dijo que al PP le preocupa su «contemporización» con el independentismo catalán. Y fue más lejos: «Habrá que preguntar a Sánchez si ha cambiado su oferta de actuación conjunta frente al independentismo catalán y si eso es compatible con la plurinacionalidad; él dijo que sí, pero nosotros pensamos que no». Además, consideró preocupante que el PSOE haya puesto a Bolivia como ejemplo de plurinacionalidad. Su discurso sobre Cataluña, señaló, le recuerda las palabras de José Luis Rodríguez Zapatero diciendo a Pasqual Maragall que aprobaría la reforma del Estatuto que saliese del Parlamento catalán.

Oposición extrema

Un día después de que, recién proclamado secretario general del PSOE, Pedro Sánchez acusara al Gobierno de «corromper todo lo que toca», incluida la Constitución, Mariano Rajoy le instó a rebajar un nivel de crispación que no percibe en la calle. El presidente emplazó a su adversario, sin citarlo, a practicar «la moderación, la concordia y las buenas formas» en aras del entendimiento en asuntos de Estado. Sánchez también advirtió a la cúpula popular que esté preparada para una oposición extrema del PSOE.

Emilio Naranjo | efe

El líder socialista asegura que nunca pactará con los independentistas

Sánchez pide una reunión con el presidente del Gobierno para tratar asuntos de Estado, con especial atención Cataluña

Pedro Sánchez insiste en el pacto a tres, con Podemos y Ciudadanos, para desmantelar las políticas del Gobierno. Pero sabe que un acuerdo para desbancar a Mariano Rajoy es imposible por los vetos mutuos de Pablo Iglesias y Albert Rivera. Con ellos quiere reunirse lo antes posible para coordinarse y crear un espacio común en el Congreso que desmonte el entramado legislativo del PP. Pero si el camino de derribar al presidente por esa vía está cegado, tampoco va a intentar otra fórmula que pasaría por contar con el apoyo de los independentistas. Tras la primera reunión de su ejecutiva, el portavoz Óscar Puente aseguró que el PSOE dialogará con ERC y PdeCAT, aunque Puente dejó claro que «no contempla una alternativa de gobierno con las fuerzas que quieren romper el país». Asimismo, rechazó la aplicación del artículo 155 de la Constitución, por el que se podría intervenir en la autonomía en Cataluña y que defiende Alfonso Guerra, al considerar que es una medida «cruenta».

Sánchez dedicó la mayor parte del discurso con el que cerró el congreso a demoler al PP y a reclamar una especie de cordón sanitario para aislarlo. Pero ayer, tras la primera reunión de su nueva ejecutiva, los socialistas, a través de su portavoz, pidieron una reunión entre el líder socialistas y Mariano Rajoy. Sánchez no quiere dar una imagen de radicalidad ni de ambigüedad con respecto al desafío independentista, precisamente de lo que le acusaron ayer el presidente del Gobierno y el PP. Puente recordó que desde que Sánchez ganó las primarias del 21 de mayo solo ha habido un contacto entre ambos, en la que el secretario general le mostró su apoyo en defensa de la legalidad. El objetivo es tratar temas de Estado, con especial atención Cataluña.

La ejecutiva ratificó a como portavoz parlamentaria a Margarita Robles, una designación polémica por parte de Sánchez, ya que no pertenece al partido y rompió la disciplina del grupo al votar no en la investidura de Rajoy. Completarán el equipo Adriana Lastra, la nueva número dos del PSOE, que ejercerá de portavoz adjunta, y Rafael Simancas, que apoyó a Patxi López en las primarias, como secretario general. Meritxell Batet e Isabel Rodríguez actuarán de adjuntas. Por último, Ander Gil será el portavoz del en el Senado.