«Para el PSOE es casi de vida o muerte alcanzar la hegemonía de la izquierda»

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Pablo Batalla

El historiador Juan José de la Fuente explica cómo el PSOE pasó de ser uno de los partidos socialistas más radicales en 1976 a uno de los más moderados en 1982

22 jun 2017 . Actualizado a las 07:25 h.

Juan José de la Fuente es doctor en Historia por la Universidad de Salamanca, especializado en historia social y política contemporánea. Acaba de publicar La invención del socialismo. Radicalismo y renovación en el PSOE durante la dictadura y la transición a la democracia (1953-1982) (Trea).

-¿A qué se refiere con la «invención del socialismo»?

-Al proyecto de socialismo autogestionario que el PSOE lanzó en el primer congreso celebrado en España después de la larga dictadura franquista, en diciembre de 1976. Los jóvenes renovadores del PSOE, conscientes de que no había modelos que copiar, porque hasta la fecha no se había dado ningún modelo de construcción de socialismo en el mundo, sintieron un irrefrenable impulso de reinventar el socialismo, rechazando al mismo tiempo el comunismo soviético y la socialdemocracia cómplice del capitalismo. Según lo había expuesto Felipe González en el congreso de Toulouse, en 1970, para poner en marcha este proyecto, el PSOE debía, sin embargo, mantener un enlace constante entre las metas a conseguir con carácter inmediato y la realización plena de la sociedad socialista. Es decir, para alcanzar una sociedad auténticamente socialista por primera vez en la historia era necesario mantener una especie de equidistancia entre lo posible y lo utópico. Y esta fue la mezcla de pragmatismo e idealismo que caracterizó al PSOE durante la transición a la democracia y que ayudó a que en pocos años los socialistas alcanzasen el poder tras una aplastante victoria electoral.

-Pasó de ser uno de los partidos socialistas más radicales de Europa a ganar las elecciones con un programa moderado.

-No sé si el más radical, pero uno de los más radicales. Políticamente, los socialistas nunca especificaron de forma clara cómo sería el proyecto autogestionario o de democracia real propuesto en el 27º. congreso. El sistema propuesto por Miguel Boyer estaba inspirado en el proyecto autogestionario de los socialistas franceses e, indirectamente, en el modelo industrial yugoslavo. Pretendía superar, a través de un plan de economía descentralizada y, a la vez, planificada, tanto el capitalismo desregulado occidental como el capitalismo burocrático de Estado comunista. Nacionalizaciones y expropiaciones masivas, colectivizaciones, socialización de los medios de producción, autogestión obrera…, y medidas de fuerza, si fuera necesario, para cumplir el sueño revolucionario. Los socialistas no habían apostado por un programa tan radical desde los agitados años treinta, cuando se exaltaba puño en alto la figura de Largo Caballero como el Lenin español. Sin embargo, en octubre de 1982, el PSOE alcanzó el poder tras una arrolladora victoria en las urnas y con un programa electoral sumamente moderado, sustentado, según José María Maravall, en un proyecto coherente de gobierno que propugnaba no la revolución, ni la destrucción del capitalismo, sino su reforma.

-¿Cree que con Sánchez el PSOE va en sentido contrario, es decir, abandonar posiciones de centro para ir a la izquierda o es más una cuestión estratégica?

-Pienso que Pedro Sánchez es un hombre moderado. Siempre ha ocupado, por así decirlo, la derecha del partido. No obstante, adaptándose a las circunstancias, parece que ha dado un giro estratégico hacia la izquierda, al menos en su discurso. A nadie se le escapa que para el PSOE actual es una cuestión casi de vida o muerte alcanzar la hegemonía indiscutida en la izquierda. Para ello, debe nadar dentro de una corriente que le arrastra ciertamente a posiciones más extremas de lo que en principio supone su idea fundamentalmente socialdemócrata de la política. Este giro hacia posiciones más extremas lo ha dado con cierta indeterminación y ambigüedad calculada. Ahora bien, esto no significa que todo este movimiento táctico sea una mera treta para alcanzar la hegemonía de la izquierda, sino que muy bien puede un futuro gobierno liderado por Sánchez poner en marcha un proyecto de izquierdas que vuelva a concitar la adhesión y el entusiasmo de los españoles.

«Todo socialista es, por definición, internacionalista y, en consecuencia, antinacionalista»

De la Fuente señala que no encuentra ningún sentido claro al concepto de plurinacionalidad, que aprobó el nuevo PSOE liderado por Pedro Sánchez en el congreso del pasado fin de semana. «Todo socialista es, por definición, internacionalista y, en consecuencia, antinacionalista», señala. Aunque añade que «una cosa son las ideas abstractas y otra muy distinta la realidad política». Explica que «en España, los compañeros de viaje nacionalistas en la lucha antifranquista de socialistas y comunistas dejaron un poso extraño de nacionalismo centrífugo en el seno de la izquierda española». En su opinión, «el poso nacionalista está alterando los pilares básicos de igualitarismo, solidaridad y cooperación que son la base fundamental de todo socialismo, también del español».

Divisiones históricas

El historiador recuerda que la división en el PSOE no es algo exclusivo de este momento político, sino que tiene una larga tradición entre los socialistas españoles. «Desde luego, ha sufrido en su casi siglo y medio de historia graves divisiones en su seno, además de las duras pugnas de los años treinta entre prietistas, besteiristas, caballeristas o negrinistas», explica. Más recientemente, en 1972, «se partió en dos cuando el llamado sector histórico, liderado por el secretario general Rodolfo Llopis, rompió con los renovadores de Felipe González, Nicolás Redondo y compañía». Mucho antes, en 1921, «no debemos olvidar la escisión de una parte del socialismo español cuando el PSOE decidió no entrar a formar parte de la III Internacional de Lenin, a partir de la cual surgió en noviembre de ese año el PCE», asegura el autor, que actualmente investiga los orígenes del socialismo en Europa.