Interior descarta que el agresor detenido en Melilla tuviera una «motivación» yihadista

melchor saiz-pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Ministerio del Interior

Los servicios antiterroristas apuntan a un desequilibrado, aunque los policías de la frontera hablan de un «acto premeditado»

26 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Las primeras conclusiones policiales descartan de momento la motivación terrorista». Con este anuncio a media tarde de este martes el Ministerio del Interior desechaba, tras horas de incertidumbre, la posibilidad de que el ataque contra los policías del puesto fronterizo de Beni Enzar en Melilla fuera de corte yihadista, lo que hubiera supuesto el primer intento consumado de atentar en suelo español por parte del extremismo islamista desde la masacre del 11M en Madrid en el 2004.

Las investigaciones de los servicios de información de la policía apuntan a que el atacante, un marroquí de 29 años, es un desequilibrado que días atrás había protagonizado otro altercado en el puesto fronterizo, pero sin portar ningún tipo de arma, por lo que había sido devuelto al país vecino. Los expertos antiterroristas, según Interior, no han encontrado ningún vínculo entre el detenido y grupos yihadistas. Sin embargo, esta versión fue matizada por los agentes de la policía destinados en Beni Enzar y que se enfrentaron directamente con el atacante. Según explicaron, la forma de actuar del marroquí denota que fue un «acto premeditado» y que tenía «clara intención» de matar a policías. Es más, así lo había manifestado a gritos antes de internarse en territorio español, ante la pasividad los funcionarios marroquíes, que no hicieron nada por interceptarle a pesar de que ya blandía el cuchillo de grandes dimensiones.

El incidente tuvo lugar a las 7.35 horas de la mañana de este martes. El agresor se internó en la zona española mientras increpaba a los agentes con el cuchillo en su mano derecha. La grabación no cuenta con audio, pero según los funcionarios, el intruso gritó en árabe de «Alá es grande» y «Libertad para Alhucemas», además de decir: «Policías, os voy a matar y os voy a dejar fuera de esta tierra». Tras caminar unos 50 metros por territorio nacional, varios policías lograron reducirlo. Uno de ellos sufrió un profundo corte en un dedo.