¿Ha salido airoso Rajoy o la comparecencia ante el juez le pasará factura?

La Voz

ESPAÑA

CHEMA MOYA

Los columnistas se dividen entre los que consideran que la acusación no acertó con el interrogatorio y lo que creen que las consecuencias políticas son ineludibles

27 jul 2017 . Actualizado a las 11:11 h.

Mariano Rajoy acaba de afrontar el momento más comprometido de sus casi seis años en la presidencia. Su declaración ante el juez como testigo en el caso Gürtel genera discrepancias entre los columnistas sobre si Rajoy ha sabido manejar el desafío y sale airoso o si, por el contrario, le pasará factura.

Xosé Luís Barreiro es rotundo cuando afirma que «dejaron que Rajoy saliese sin un rasguño». Apunta que la comparecencia de Rajoy es producto «de la dinámica de los tiempos -populista, indignada, y amante del espectáculo-» y que «los tiradores en vez de rifles y munición adecuada, llevaban simples tirachinas». Por eso los acusadores quedaron «en la desairada posición de quien no ha preparado la lección como debía o, lo que es peor aún, no se había percatado de que un juicio televisado no es más que un show que siempre favorece al más espabilado».

Una postura similar adopta Blanco Valdés, para quien el abogado de la acusación popular no consiguió «hacer ni una diana, mientras el presidente, pese a la debilidad objetiva de su argumentación fundamental, lo dejaba en evidencia, e incluso en ridículo, una y otra vez».

Por su parte, Fernando Salgado entiende que la amnesia del presidente siembra dudas sobre la capacidad de Rajoy para gobernar el país. «¿Está en condiciones de gobernarnos alguien que, además de amnésico, 'jamás' se ocupó de los asuntos económicos de su partido y aprobaba las cuentas sin debate y sin echarles un vistazo? ¿Hará los mismo en Moncloa?».

Argumentos parecidos a los de Tino Novoa, para quien «la estrategia de escudarse en el desconocimiento absoluto de cuanto ocurría con el dinero de su partido, como si la gestión económica fuera un servicio subcontratado y sin control, le puede servir para eludir la presión judicial, pero no la política».

Ónega explica que «jurídicamente, Rajoy salió vivo de los interrogatorios» pero también matiza que «no cabe duda de que esa falta de control -en relación a su declarado desconocimiento de las finanzas del partido- lo deja políticamente tocado».

María Xosé Porteiro añade que con la declaración de Rajoy el PP sigue «sorteando cada piedra del camino» para convencer de que «la corrupción es inherente a lo humano».