Los policías esquivan el intento de los Pujol de anular su caso

R. C. MADRID / COLPISA

ESPAÑA

El exdirector adjunto operativo (DAO) de la Policía Nacional Eugenio Pino, durante la vista
El exdirector adjunto operativo (DAO) de la Policía Nacional Eugenio Pino, durante la vista Chema Moya

El exjefe Pino niega haber fabricado pruebas sobre la trama

10 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La denominada policía patriótica, liderada por Eugenio Pino, se desentendió por completo de cualquier operación para contaminar la investigación penal a Jordi Pujol Ferrusola. El que fuera director adjunto operativo de la Policía durante el Gobierno de Mariano Rajoy negó en su declaración ante el juez estar detrás de la entrega de un lápiz de memoria a la Unidad de Delincuencia Económica y Financiera (UDEF) con información sobre las operaciones financieras del hijo mayor del expresidente de la Generalitat.

La memoria apareció, según la versión dada en su momento, en el cajón de un inspector de la UDEF mientras ordenaba su mesa. Llevaba desaparecido dos años y se había extraviado en el transcurso de la investigación. La UDEF intentó sumarlo a la investigación, pero las dudas sobre su origen evitaron que se incorporaran a la causa que investiga en la Audiencia Nacional a Pujol Ferrusola por blanqueo de capitales. Pino aseguró que el lápiz de memoria se lo dio en el 2012 el comisario Marcelino Martín Blas —con quien actualmente tiene una «enemistad manifiesta»— y que no volvió a saber «nada más de él». El exmando policial aseguró que intentó abrir el soporte, pero finalmente no lo hizo y se lo devolvió a Martín Blas y le ordenó enviarlo al CNI, a la Policía Judicial y a la Comisaría General de Información. «No lo vi y automáticamente no he vuelto a saber nada de este procedimiento», zanjó.

Aunque la Fiscalía pide la absolución, las acusaciones que ejercen Pujol Ferrusola y Podemos solicitan para Pino y su segundo, Bonifacio Díez, hasta diez años y medio de cárcel por revelación de secretos, estafa procesal y falso testimonio. Ambas creen que Díez, por orden de su superior, entregó en marzo del 2015 al comisario general de la UDEF Manuel Vázquez el dispositivo en cuestión, asegurando que tenía documentación relativa a una causa que investigaba el Juzgado de Instrucción 14 de Barcelona.

Contradicciones

En su turno, Díez aseguró desconocer «todo lo relacionado con ese pendrive» y negó que Pino le ordenase entregarlo a la UDEF, aunque admitió que si lo hubiese hecho, lo habría cumplido «sin ningún género de dudas» porque era su superior. También corroboró la enemistad entre el que fuera su jefe y Martín Blas después de que el primero propusiese el cese del comisario: «Dejó de hablarnos». Y del informe que se presentó sobre el contenido de dicha memoria, aseguró no haber tenido conocimiento del mismo hasta que prestó declaración ante la Audiencia Nacional.

En el juicio en la Audiencia Provincial de Madrid, que se alargará toda la semana, está previsto que declaren el propio Jordi Pujol Ferrusola y el comisario jubilado y en prisión provisional José Manuel Villarejo. De hecho, una de las pruebas documentales que se practicarán tiene que ver con los audios que grababa a escondidas.