El PSOE sacrifica a Batet para controlar la Mesa del Congreso con los partidos nacionalistas

Manuel Varela Fariña
M.Varela REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

Kiko Huesca | EFE

La dirigente del PSC suponía un obstáculo para Podemos. Sumar invita a los socialistas a ceder la Presidencia para mantener el control del órgano de gobierno de la Cámara Baja

09 ago 2023 . Actualizado a las 08:58 h.

La presidenta del Congreso durante las dos últimas legislaturas, Meritxell Batet (Barcelona, 1973), se apea de la candidatura a revalidar su puesto a una semana de las votaciones. Mantenerse como la tercera autoridad del Estado no era del agrado de la socialista, que ya en el pasado mes de enero había advertido, públicamente, que no le «hace falta» seguir presidiendo la Cámara Baja durante la próxima legislatura tras cuatro años convulsos. La renuncia se produce en plena negociación por la composición de la Mesa del Congreso, un ensayo para los partidos de lo que será el proceso de investidura del próximo presidente del Gobierno.

La salida de Batet de esta ecuación reforzaría las opciones del PSOE de mantener el control de la Mesa, órgano de gobierno de la cámara, ya que la política socialista era un obstáculo tanto para Podemos, que cuenta con solo cinco de los 31 diputados de Sumar, como para Junts y ERC. Especialmente crítica se mostró la formación morada. Este lunes, su exportavoz en el Congreso, Pablo Echenique, consideraba una «temeridad» que volviese a postularse como candidata. Incluso hubo reproches desde Sumar, con el diputado electo Enrique Santiago valorando la posibilidad de que la presidencia del Congreso no recaiga en manos del PSOE.

La estrategia de ceder la Presidencia del Congreso buscaría lograr el control de la Mesa. De momento, solo Esquerra ha deslizado alguna pista sobre las negociaciones y la versión de los republicanos apunta a que el PSOE está dispuesto a facilitar la elección de un miembro en la Mesa del Congreso del PNV o del independentismo, aunque en ningún caso para la Presidencia.

Cuatro años complicados

La vicesecretaria general socialista, María Jesús Montero, mantuvo este martes silencio sobre la decisión que tomará su partido, pero admite que existen «muchas conversaciones» con el resto de formaciones. También tuvo palabras de agradecimiento con Batet, a quien le tocó presidir el Congreso durante una legislatura que ha sido «difícil y complicada».

La exministra de Política Territorial acusó el desgaste de los últimos cuatro años al frente de la Cámara. La socialista catalana ya habría pedido a Salvador Illa, secretario general del PSC, que buscase a una sustituta para encabezar la lista por Barcelona, pero el adelanto electoral limitó el margen de maniobra para encontrarle reemplazo.

La decisión de Batet se produjo tras un constante goteo de episodios que la fueron minando. Entre ellos, el fallo del Constitucional sobre la vulneración de los derechos de los diputados tras el cerrojo del Congreso por la pandemia. También la decisión de expulsar al diputado de Unidas Podemos Alberto Rodríguez, inhabilitado por el Supremo tras una condena por agredir a un policía durante una manifestación, lo que valió duras críticas de Podemos, que también le afearon su respusta «tibia» ante los ataques de Vox.

Nuevo horizonte

Con los escaños obtenidos en las elecciones generales del 23 de julio y el método de elección de la Mesa del Congreso, los dos bloques (PP y Vox, por un lado, y PSOE y Sumar, por otro) tienen asegurados cuatro puestos cada uno (dos Vicepresidencias y dos Secretarías) y la mayoría la conseguirá quien se haga con la Presidencia.

En la derecha, Vox ha reclamado al PP tener al menos un puesto en la Mesa de la Cámara, y si ambos unen fuerzas en la sesión constitutiva del próximo día 17 sumarán 171 votos, lo que obliga al PSOE a recabar el voto de todas las minorías nacionalistas e independentistas para hacerse con la Presidencia.

De entrada, Meritxell Batet mostró su deseo de que haya un acuerdo de las fuerzas progresistas para que el PSOE retenga la Presidencia y se asegure la mayoría.