«Cartos non, pero a familia danos leña, patacas...»

EXTRA VOZ

JOSÉ PARDO

01 mar 2015 . Actualizado a las 10:58 h.

Milagros tiene que obrar Pedro Grueiro para sacar adelante su hogar, que comparte con su compañera y un hijo de 24 años en paro. Los tres viven en As Pontes y si no fuera por la familia... La familia les da leña para su cocina que hace las veces de calefacción, patatas... «Cartos non, pero a axuda que nos dan é moi grande», explica este parado de larguísima duración de 51 años. Lleva cinco en paro, aunque no seguidos, pues suele trabajar un mes (o dos con suerte) en tareas de reparación. La última fue en octubre. Y con eso van tirando. Con eso, con los 800 euros mensuales que cobra su compañera desde que empezó a currar hace mes y medio y con los víveres que les proporciona el banco de alimentos de la CIG. Por lo que cuenta Pedro, su vida es austera hasta el extremo, pero «sin miserias», puntualiza. El dinero del que disponen lo reservan para pagar el alquiler de la casa (150 euros) y el recibo de la luz (otro tanto cada dos meses ahora en invierno y pese a la cocina de leña). Y cuando toca pagar la luz «temos que facer maniobras». ¿El futuro? «Vou para 52 anos, ¿que empresa me vai coller?»

Pedro Grueiro es de Fene, al lado de Ferrol, pero se trasladó a As Pontes a trabajar en empresas auxiliares en la mina de Endesa durante los tiempos esplendorosos de la central térmica. Lo bueno duró un cuarto de siglo, hasta que la explotación de lignito cerró. Desde entonces, Pedro ha ido saltando de trabajo temporal en trabajo temporal que no supera los dos meses al año. Hasta hace unos meses cobraba la ayuda de 420 euros para parados de larga duración, pero también se acabó. Ahora está pendiente de que le concedan el nuevo subsidio y también de que empiecen los trabajos de mantenimientos de la central. Quizá tenga suerte.