«Me cortaron la luz y esa noche mi niño no durmió»

EXTRA VOZ

Mujer, desempleada y con personas a su cargo,  hijos o mayores. Es el perfil de quienes necesitan ayuda para pagar la factura de la luz. Cruz roja inició el reparto de ayudas económicas en 2013 pero «el año pasado fue más fuerte», dice Carmen isasi. casi 3.00 gallegos se beneficiaron, entre ellos María del Carmen.

01 mar 2015 . Actualizado a las 10:57 h.

Tiene un rostro luminoso atravesado por una sonrisa y, confiesa, en ocasiones también por las lágrimas. María del Carmen lloró para pedirle a la compañía eléctrica que le conectara de nuevo la luz del piso donde vive con su hijo de siete años. «A las ocho y media de la mañana la cortaron y al volver del colegio con el niño me di cuenta que no era una avería», explica. Nunca le había ocurrido porque siempre la avisaban antes si se la iban a cortar «e iba a pagarla». Aludió a su situación, a la del niño, a algunas cosas que tenía en su nevera y que acabó perdiendo. «Me decían que tardarían entre 24 y 48 horas en restablecer el servicio y que había mucha gente esperando para lo mismo», explica lo ocurrido hace un par de meses. «Me cortaron la luz y esa noche mi niño no durmió». Al día siguiente, al volver del colegio, el niño «iba encendiendo todas las luces de la casa», una vivienda de dos habitaciones. Ahora «con las ayudas, tengo las facturas al día», explica, mientras su niño participa en otra de las iniciativas de Cruz Roja para los escolares. «Con el niño me ayudaron con 200 euros para el colegio, con material escolar y con estas clases» en la que, detalla Carmen Isasi, los pequeños también meriendan «porque estábamos detectando que se iban a la cama sin cenar, aunque no podemos hablar de desnutrición». Estas ayudas de Cruz Roja «son para atajar las consecuencias de la pobreza» y por ello han puesto en marcha itinerarios personalizados para la búsqueda de empleo; durante el último año «atendimos a más de 1.400 personas de las que se insertaron un 53 por ciento, que es un porcentaje muy alto», destaca Isasi. En ese itinerario para encontrar trabajo también está ahora María del Carmen, que recuerda otra ayuda de Cruz Roja para medicinas, reconoce la dificultad para conciliar el trabajo y el cuidado del niño y, a pesar de todo, la sonrisa vuelve a iluminar su rostro.