El chico malo de «Luar» se confiesa

EXTRA VOZ

Manuel de Andrade, el jurado más duro del concurso «Recantos» (tvg), es un artista polifacético, fotógrafo por tradición familiar y músico de vocación

31 ene 2016 . Actualizado a las 10:38 h.

Él es el látigo de los concursantes que van a lucir sus voces al concurso Recantos, de Luar. Con sus aceradas críticas, Manuel de Andrade se convirtió, en las primeras temporadas, en uno de los hombres más antipáticos para los espectadores del programa, pero el tiempo ha limado asperezas. Ahora, aunque su nivel de exigencia sigue siendo elevado, el público lo observa con empatía. «Cuando me llamaron, yo estaba trabajando detrás de las cámaras en la primera etapa de Land Rober. Descubrir a un personaje malo en una televisión pública me pareció todo un reto», rememora este polifacético artista melidense, que compagina su trabajo como fotógrafo con el mundo de la música.

Lo primero que apareció en su vida fue la imagen, como descendiente que es de una saga de fotógrafos. «Pertenezco a una generación en la que los niños ayudaban a sus padres en sus negocios, así que a los once años me encargué de hacer mi primer reportaje de bodas. Parecía el niño de las arras. Pero eso ha hecho que tenga una base fotográfica adquirida de manera natural», relata. Ahora se dedica a la fotografía de moda y de viajes para publicaciones especializadas, lo que lo ha llevado a trabajar con marcas como Giorgio Armani y lo mantiene viajando constantemente por el todo mundo.

En su faceta como músico, ha explorado diferentes disciplinas, muchas de ellas relacionadas con el mundo de la televisión. Algunas de las cabeceras de programas célebres de Televisión de Galicia y muchos fondos musicales son composición suya.

Pero lo que le ha granjeado fama y popularidad ha sido su papel como jurado de Recantos, donde al poco de empezar ya fue etiquetado, para su sorpresa, como el «Risto gallego». «Si Lennon decía que los Beatles eran más famosos que Cristo, yo decía que era más famoso que Risto», bromea. Si aquella comparación no le pareció del todo exacta fue porque era consciente de la diferencia entre estar en una televisión privada o una pública, donde, a su juicio, no debía ser tan feroz en sus críticas en busca de audiencia.

La exigencia con los concursantes surge de su carácter y del celo con que se ha tomado su papel. «Soy una persona exigente. Algunos días pienso que me gustaría haber sido más duro y otros me voy pensando que igual me he pasado», reflexiona. Pero si de algo pueden estar seguros los espectadores es de que todo lo que dice Manuel de Andrade responde a su sincera opinión, sin guion previamente escrito. «No soy actor. Son ya más de doscientos programas y sería muy difícil hacerlo si no te sientes tú mismo parte del personaje», reconoce.

Encaja con deportividad los abucheos como parte de su función. «Es complicado, porque el 80 % del público que está en el plató son familiares o seguidores de los cantantes. Ahora ya tiro de la retranca gallega y los concursantes van entendiendo que las críticas son parte de su formación ?asegura?. Pero no dejo de admirarlos y de valorar la valentía que tienen; cantan mucho mejor de lo que lo hacen en el programa, porque están muy condicionados por la presión del directo».

Para Manuel de Andrade, haber celebrado el programa mil de Luar y sentarse cada viernes a pocos metros de Xosé Ramón Gayoso y de Xosé Manuel Piñeiro supone todo un privilegio. «Son dos iconos que pasarán a la historia de la televisión y Luar es un fenómeno televisivo que nace de la simbiosis perfecta entre su director, Manuel Abad, y Gayoso, que son los responsables de su fórmula secreta», valora. Los enfrentamientos entre Andrade y Piñeiro se han convertido en uno de los momentos más comentados de Luar. «Puedo asegurar que no están guionizados y que nuestras personalidades afloran ?sostiene?. Hemos estado temporadas largas sin hablarnos por el pasillo después de algún enfrentamiento, porque siempre le digo que él regala los puntos. No tenemos el mismo gusto musical. Pero creo que es muy bueno que ofrezcamos este tipo de verdad al público. Es un lujo tenerlo al lado cada semana. Por cierto, me ha dicho que me debe un cocido y que va a pagar él».

Además de ser juez en el programa, Andrade se suma ocasionalmente al espectáculo haciendo dúos con algunos artistas que visitan el escenario, como Sergio Dalma, Bustamante, Víctor Manuel y Bertín Osborne. «Ese es el gran regalo de estar en un programa como este, que sabe sacar partido a otras facetas tuyas. Hago unas cinco actuaciones al año y es algo maravilloso, una deuda impagable», admite.