La leche no tiene por qué ser tu enemigo

Marina Chiavegatto

EXTRAVOZ OK

Desde hace unos años la leche ha comenzado a ser vista como el demonio de todas las dietas, mientras que las estanterías de los supermercados se llenan de productos sin lactosa y alternativas a la tradicional. Los expertos aseguran que tomarla pasteurizada puede ser la solución para las intolerancias.

16 oct 2016 . Actualizado a las 16:57 h.

Hace no mucho tiempo la leche era considerada como uno de los alimentos más completos del mundo, algo que no podía faltar en la mesa de ningún desayuno. Sin embargo, en unos años todo cambió. El alimento más rico se convirtió en poco tempo en el diablo para gran parte de la población. Pasó a ser el culpable de la barriga hinchada, de los kilos de más o los problemas de piel. ¿Pero hay algo de cierto en todo esto? ¿Es realmente malo beber leche? «La leche es un buen alimento por su aporte de calcio y vitaminas y su consumo es indispensable durante la infancia y la adolescencia», explica Rosaura Leis, jefa de la unidad gastroenterologia y nutrición pediátrica del CHUS. Esta pediatra añade que los beneficios de la leche son difíciles de encontrar en otros alimentos y por eso «la decisión de empezar a hacer una dieta sin lactosa se debería tomar solo con recomendación médica».

Mejor pasteurizada

¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Cómo la leche ha pasado de ser uno de los alimentos con mejor fama, a encabezar la lista de «los que sientan mal»? Según el investigador Carlos Spuch todo se debe a la sustitución de la leche pasteurizada por la leche uperisada, es decir la leche que se vende en tetrabrick. «No es casualidad que el aumento de intolerancia a la lactosa se haya producido a la vez que la implantación y el crecimiento de la leche de brick en España», afirma este investigador senior en el Instituto de investigación sanitaria Galicia sur. Carlos Spuch explica que «el sistema es muy bueno desde el punto de vista comercial», ya que permite transportar la leche a mercados más lejanos y conservarla durante mucho tiempo. Pero en el proceso se pierden gran parte de los principales beneficios de esta bebida. «Se varían algunas moléculas lo que reduce sus efectos beneficiosos como puede ser su capacidad para mejorar la flora intestinal, reducir la hipertensión arterial, o hasta ayudar a tener un sueño de más calidad».

Este investigador va un paso más allá y afirma que recientes estudios científicos han comprobado que «la leche entera pasteurizada es incluso buena para adelgazar». Spuch defiende que “en España se retira demasiada grasa de la leche. «Yo viví en Suecia -cuenta - y allí toda la leche que se vende es pasteurizada y tiene mucha más grasa que la nuestra». Suecia es uno de los principales consumidores de leche del mundo «y allí prácticamente no hay intolerantes a la lactosa», comenta. Y el motivo es el siguiente: la lactosa es un tipo de azúcar que se encuentra en la leche y para digerirla necesitamos tener la suficiente cantidad de una enzima llamada lactasa. La lactasa está en nuestro intestino y en las bacterias, en los ya famosos lactobacilus. «El problema es que la leche de brick prácticamente no tiene bacterias y es por eso que perdemos la capacidad de digerir la lactosa», explica Carlos Spuch

Este investigador está tan convencido de los beneficios de la leche fresca que ya hecho más de una vez el experimento: «A todos los que me dicen que la leche les sienta mal les digo que se pasen durante por lo menos un mes a la leche pasteurizada. Todos los que lo han probado acabaron encantados. Un mes es el tiempo que la flora necesita para recomponerse y volver a producir lactasa. A partir de ahí vuelve a sentar bien».

Intolerancia

El consumo de leche en España ha bajado en los últimos años en cerca de un 30 % a la vez que aumenta el número de intolerantes a la lactosa. «La leche, al ser un alimento completo, puede sentar pesada, pero eso no significa que haya que dejar de consumirla», afirma el doctor Fernando Cordido. Este catedrático de endocrinologia y nutrición de la USC recuerda que incluso la intolerancia tiene grados: «Muchas veces uno es intolerante a la leche, pero puede tomar derivados como es el caso del queso o el yogur». Los expertos coinciden en que esta campaña contra la lactosa es una moda. «Lo que deberíamos hacer es fomentar el consumo de la leche pasteurizada -defiende Carlos Spuch-? eso solucionaría muchos de nuestros problemas digestivos y beneficiaría a los ganaderos gallegos».