Mantén tu rodilla a prueba de lesiones

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Ni todos los futbolistas se rompen el ligamento cruzado anterior ni todos los corredores acaban padeciendo de la rodilla. Pero esta articulación concentra muchas de las lesiones de los deportistas. Para evitarlo, estira, calienta y mantén siempre un buen tono muscular.

16 abr 2017 . Actualizado a las 04:00 h.

La clave para blindar tus rodillas está en mantener una musculatura tonificada y en adaptar el ejercicio a tus posibilidades. «Haz aquello que no suponga demasiado esfuerzo para ti», afirma la marinense Estrella Pallín Tato, vocal del Colexio Oficial de Fisioterapeutas de Galicia en la provincia de Pontevedra. Una vez metidos en la lesión, «lo que siempre recomiendo a mis pacientes es que lo aborden cuanto antes». Sino, la labor del fisioterapeuta será más complicada e incluso puede forzar a un parón en la actividad física.

 Para el traumatólogo del Hospital San Rafael (A Coruña) Óscar Gayoso Rey, «si solo practicas deportes de impacto como el fútbol o el baloncesto, es casi inevitable que tus rodillas se resientan. Esto es algo que no pasa con la natación o la bicicleta, deportes en los que la rodilla se gasta menos». Lo que más ve en su consulta este especialista en cirugía de rodilla es la patología de menisco. El perfil tipo es un paciente joven o de entre 40 y 50 años que acude al médico diciendo algo así como: «Doctor, empezó a dolerme la rodilla y no sé por qué».

Una buena opción para minimizar el riesgo de lesión es mantener tus rodillas fuertes, tener un preparador físico que sepa calentar bien y sea un profesional y luego ya centrarse en ejercicios específicos según el tipo de deporte que se practique. Por ejemplo, «en fútbol se puede trabajar para prevenir la rotura del ligamento anterior, -todo un clásico- y en baloncesto es importante cómo se cae después de un salto».

Además de esta, las lesiones de rodillas más frecuentes son el síndrome de la banda iliotibial, la tendinitis rotuliana, el dolor patelofemoral o rodilla de corredor y la patología de artrosis. «El 90 % de las cirugías de rodilla es por las roturas meniscales, las del ligamento o por la artrosis», explica el doctor Gayoso. Cuando los cartílagos de la rodilla se han desgastado, hay dolor e inflamación. Esa es la afección de la artrosis. Luego están los esguinces, las roturas o las distensiones en los músculos y las lesiones en los cartílagos de la rodilla, llamados meniscos.

Otro quebradero de cabeza para nuestras rodillas, además del mal apoyo plantar, es la alineación del cuerpo. Las personas que tienen las llamadas piernas o rodillas de vaquero o en X suelen padecer sobrecargas tan problemáticas como las de la pisada inadecuada de un corredor inexperto.

Cuando llega una lesión de rodilla a la consulta de la fisioterapeuta, «hay que analizar toda la musculatura de alrededor y también las articulaciones. Puede ser debido tanto a una sobrecarga como a que hagas mal la pisada en la carrera. La rodilla es una articulación compleja con un sistema de ligamentos muy intrincado y en uno de los lugares de mayor movilidad de todo el cuerpo. Nuestra rótula se mueve cuando corremos pero también cuando caminamos y cuando nos sentamos», asevera la fisioterapeuta Estrella Pallín.

Rotura de menisco

El cartílago de la rodilla actúa como un parachoques. Según nos hacemos mayores, se vuelve más fino y susceptible de lastimarse. En la rotura del ligamento cruzado anterior, la intervención del fisioterapeuta se suele prolongar durante cinco o seis meses. El menisco no tarda tanto.

Tendinitis rotuliana

También conocida como la rodilla del saltador es una de las patologías más frecuentes en los deportes de impacto, léase fútbol, baloncesto y running. Su origen puede ser desde un entrenamiento excesivo, el sobrepeso... El dolor suele aparecer en la parte baja de la rótula, sobre todo al correr cuesta abajo o cuesta arriba. A veces no se acude al médico porque el dolor no es constante, pero en esos casos, si no se atiende a tiempo, hay riesgo de que se cronifique.

Cintilla iliotibial

La inflamación de la banda o cintilla iliotibial es una de las principales causas del dolor lateral de rodilla en los corredores. Posturas defectuosas y desequilibrios musculares suelen estar en el origen de las lesiones de rodilla. Para proteger tus articulaciones, acorta la zancada, revisa tu mecánica, actualiza el calzado y vigila tu peso.