Utilitario pero muy capaz

MOTOR ON

Ssangyong ya tiene en sus concesionarios el XLV, su monovolumen de tamaño compacto, muy funcional, con un maletero increíble y un precio muy atractivo, desde 16.650 euros

10 jul 2016 . Actualizado a las 04:00 h.

El XLV es un monovolumen de solo 4,44 metros de largo, que se basa en el crossover Tívoli de la marca, con el que comparte su plataforma. Sin ser un coche visualmente atractivo, su largo voladizo trasero (espacio por detrás de la rueda) deja entrever una de sus grandes virtudes, que es el tamaño de su maletero, de 574 litros con bandeja y 720 litros sin ella, gracias a la altura de su techo. Y eso contando con las cinco plazas para sus ocupantes. El espacio interior es una de las virtudes de un coche sencillo, familiar y eminentemente utilitario, que dispondrá de dos posibles motores, un diésel 1.6 de 115 caballos y un gasolina de idéntica cilindrada y 128 caballos.

Como es habitual en la marca, su precio es muy competitivo, con un listón de 16.650 euros para la versión de gasolina en acabado básico y de 20.000 euros para la diésel con el acabado Premium. Hay opciones de caja automática por dos mil euros más que las manuales y ambas son de seis velocidades. Ssangyong ofrece por este precio una garantía de cinco años o 100.000 kilómetros.

Apelando a su carácter sencillo el XLV ofrece un interior bien resuelto, aunque se eche en falta, por ejemplo, el ajuste de la columna de dirección. El climatizador automático o el equipo de sonido con conexiones USB y auxiliar para dispositivos de sonido o iPhone son algunas de las comodidades de este modelo, junto con telefonía manos libres por Bluetooth, todo manejado a través de una pantalla de siete pulgadas, colocada en lo alto de la consola central. También se cuenta con sistema de arranque y acceso sin llave.

El XLV no tiene pretensiones de colocarse entre los monovolúmenes compactos más atractivos. Su silueta recuerda al Rodius, su hermano mayor, con ese tercer pilar por delante de la última ventanilla lateral. De todas formas su frontal está bien resuelto, con ópticas muy apaisadas dotadas de luces diurnas LED y con cierta personalidad y atractivo.

A nivel dinámico tampoco desentona. Ya se sabe que los monovolúmenes, salvo excepciones, no son prestacionales y el Ssangyong XLV se defiende bien en ciudad, aunque en carretera y a plena carga penalizará en brío y consumos. De todas formas, por este precio, soluciona el problema de muchas familias muy dignamente.