Lexus RC 300 H: presumido, pero con sentido común

MOTOR ON

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Te miran mucho cuando lo conduces, pero no es un coche para ir provocando. Este Lexus esconde muchos detalles que confirman que es un automóvil con mucho sentido común

14 ago 2016 . Actualizado a las 05:15 h.

Para empezar advertiremos el Lexus RC 300 H no es un coche para ir haciendo el indio por la autopista y luego colgar vídeos fanfarrones en Youtube, ni (quienes quieran eso tienen ahora excelentes ofertas en poderosos "geteís" que echan telarañas en los concesionarios) para sentirse uno de los alocados protagonistas de la saga Fast and Furious: aunque su motor de gasolina de 181 caballos y su propulsor eléctrico de 143 le dan potencia suficiente (223 caballos es la combinada máxima) para moverse con desahogo con su tracción trasera, sus fabricantes han limitado su velocidad máxima a 190 km/h, de modo que su consumo medio homologados rondan los cinco litros a los cien kilómetros. Toda una declaración de intenciones de los ingenieros de la marca japonesa, que está claro que buscaron un coche deportivo en aspecto y en sensaciones, con un altísimo nivel de equipamiento, pero que trataron al mismo tiempo de ofrecer un automóvil con un aceptable nivel de emisiones (CO2 113 g/km y NOx 0,0006) que lo convierte en eso que ahora los cursis llaman un vehículo respetuoso con el medio ambiente pero (bromas fuera) que no será un coche vetado a los centros de las ciudades en las normativas que están preparando numerosos ayuntamientos.

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En suma, como decíamos al principio de este artículo, el RC 300 H es un deportivo al que no se la ha ido la olla. Ni al coche ni a su propietario. Porque incluso su precio, para el tipo de automóvil del que estamos hablando, se muestra contenido: 45.9000 euros (sin descuentos ni promociones puntuales, pues ha llegado a estar en 39.000 euros) en el acabado Executive. La unidad que nosotros hemos probado, la más alta de la gama y bautizada como Luxury, se pone en los 58.900 euros por el sobrecoste de sus extras, como un navegador premium, Por precio y características, el RC 300 H podría tener como competidores a los BMW 420 o 430, a los Mercedes C200 y C300 Coupé o a Audi 5, pero en cualquier caso este modelo de Lexus tiene una personalidad demasiado diferenciada con respecto a sus hipotéticos rivales como para poder establecer comparaciones realistas con ellos.

Para empezar estamos hablando de un híbrido, y eso ya marca carácter. Al encenderlo no esperemos escuchar lo que Steve McQueen en Bullit. En realidad tendremos que empujar un poquito el pedal del acelerador después de soltar el freno de mano (es un decir, está a los pies, como los Mercedes de toda la vida) y meter la D en el cambio automático para comprobar al 100 % que el coche está en modo ON (un poco de lío, como sucede en todos los coches modernos que vienen sin llave y que cada uno tiene un sistema de encendido de su padre y de su madre, pero es cuestión de práctica). La posición de conducción es cómoda, pese a que se trata de un coche muy bajo, y los distintos reguladores eléctricos del asiento, espejos y del volante permiten adaptar el cuerpo al habitáculo. En la parte de atrás, donde van dos plazas, echamos una mochila y una chaqueta. Parece que quedaría sitio para un par de personas no demasiado corpulentas (eso sí, en su maletero también cabrían). Una vez acomodados, lo demás en el Lexus RC 300 H es coser y cantar. Es un automóvil de comportamiento muy noble, pese a su tracción trasera, con una gran estabilidad en autopista y otras carreteras menos afortunadas, hasta el punto que, si no fuera por alguna que otra mirada que te echan cuando estás parado en un semáforo o porque es raro llegar junto al coche y no encontrarte a alguien curioseando a su alrededor, se llega a olvidar de que se conduce todo un deportivo. La sensación se recupera si echas un vistazo a la colección de detalles de calidad que incorpora el coche, que por algo se llama Lexus.