Aerodinámica y distinción

Ignacio Ferreiro González

MOTOR ON

Aplicando métodos utilizados en aeronáutica para configurar las carrocerías y mejorar las cualidades aerodinámicas de modelos de competición, Malcolm Sayer diseñó para la marca Jaguar automóviles que le proporcionarían tanto los mejores resultados en los circuitos como grandes éxitos comerciales, consiguiendo combinar en el E-Type como pocas veces se ha conseguido la belleza y las prestaciones de un auténtico deportivo. Su línea escultural se mantiene como un diseño imperecedero que aún hoy representa la perfecta conjunción de elegancia y velocidad.

12 feb 2017 . Actualizado a las 18:31 h.

Los Salones del Automóvil de Ginebra y Nueva York compartieron en el año 1961 un mismo protagonista, el Jaguar E-Type, presentado en el primero en versión Coupé y en el segundo en su versión Roadster. Las dos variantes del modelo causaron sensación en ambos eventos, convirtiéndose inmediatamente en objeto de deseo de personalidades y personajes, y con el paso del tiempo en paradigma de los automóviles deportivos y símbolo de aquellos años 60 durante los que prolongaría su éxito.

La denominación del nuevo modelo continuaba la serie del C-Type y el D-Type, aun cuando se tratase de un automóvil de producción y aquellos fuesen modelos desarrollados específicamente para competición, y se beneficiaba del prestigio que para la marca supusieron sus victorias en Le Mans en la década anterior, en 1951 y 1953 con el C-Type, y en 1955, 1956 y 1957 con el D-Type. Presentaba la misma configuración de motor delantero y tracción trasera, y equipaba también el motor XK de seis cilindros en línea diseñado por el ingeniero jefe de Jaguar William Heynes, aunque con distinta capacidad, que finalmente en la Serie III de 1971 sería sustituido por un V12. La suspensión independiente y los frenos de disco en las cuatro ruedas complementaban unas características mecánicas que proporcionaban al E-Type las prestaciones de un auténtico deportivo, capaz de batir a competidores de su época como Ferrari, Aston Martin o Mercedes, y además con un precio de venta mucho menor. Las credenciales del modelo se completaban con una escultural carrocería diseñada por Malcolm Sayer, que continuaba y actualizaba la tradicional elegancia y distinción de las que había dotado a todos sus modelos el fundador de la marca, Sir William Lyons.

Sayer, nacido en 1916 en la ciudad de Cromer, en el condado inglés de Norfolk, había cursado estudios de ingeniería aeronáutica y de automoción en la Universidad de Loughborough, tras los que se incorporaría en 1938 a la Bristol Aeroplane Company, en la que permanecería durante los años de la segunda guerra mundial desarrollando modelos de aeronaves, hasta trasladarse a Iraq en 1948, donde durante dos años trabajó para la Universidad de Bagdad y el gobierno iraquí.

De vuelta a Inglaterra, Sayer se incorpora con un contrato temporal al departamento de competición de Jaguar en 1951, empresa en la que finalmente continuaría toda su trayectoria. Su trabajo inicial consistirá en el desarrollo del primer modelo de la marca destinado a los circuitos, el C-Type que se presentaría en el mismo año 1951, en el que utilizará métodos matemáticos para definir las superficies curvas y comprobar su eficiencia aerodinámica, además de pruebas de modelos a escala en túnel de viento. Los grandes resultados obtenidos por este modelo darán paso a otro automóvil de competición, el D-Type aparecido en 1954, para el que además Sayer planteará una solución de chasis monocasco utilizada en aeronáutica. Todavía con mejores resultados que su predecesor, el D-Type daría lugar a un modelo de producción, comercializado como Jaguar XKSS.

A diferencia de los anteriores, el siguiente proyecto en el que intervendría Sayer, el E-Type, no era un modelo destinado a competición, sino que se planteaba como un automóvil deportivo capaz, además, de competir en circuitos. Aunque no conseguiría alcanzar los resultados en carrera de sus predecesores, supondría para Jaguar un gran éxito de ventas y la continuación de modelos deportivos anteriores como el SS90 o el XK150. Un último intento de desarrollar un modelo para circuitos se llevaría a cabo con el XJ13 de 1966, en el que se planteaba una nueva configuración mecánica con motor central V12, y para el que Sayer realizó un extraordinario y admirado diseño, a pesar de que solamente se construyese un prototipo y nunca llegase a competir.

Convertido finalmente en director de Diseño de Jaguar, a Sayer se le atribuye también la configuración del XJS que en 1975 sustituiría al E-Type, que no llegaría a ver en producción por su prematuro fallecimiento de un ataque al corazón en 1970. Aunque en su trabajo le gustaba considerarse un técnico y no un artista, Sayer era un magnífico dibujante y acuarelista, y aficionado a la música, y su legado demuestra que utilizando la técnica pueden crearse verdaderas obras de arte.