Para gente con gustos sencillos

MOTOR ON

Quizá porque los riesgos los correrán otras de sus apuestas, como el próximo Eclipse Cross, Mitsubishi se ha mostrado muy conservadora en el rediseño de su ASX: el resultado es un SUV de apariencia muy sobria, mecánica robusta y precios contenidos: probamos la sabrosa receta de la marca japonesa.

14 may 2017 . Actualizado a las 05:25 h.

A la espera del nuevo ASX, que saldrá a la venta en 2019, y del Eclipse Cross, un SUV de corte vanguardista que se presentó en el pasado Salón de Ginebra, Mitsubishi ha jugado sobre seguro con el lifting que le ha hecho al pequeño de sus todocamino, un veterano ya en este segmento, pero un gran señuelo en las ventas de esta marca ahora propiedad del grupo Nissan-Renault, que en su peldaño más alto sigue teniendo al Montero como gran referencia de los todoterrenos de pura sangre. El ASX que también ofrece una versión 4x4, leva ingredientes que lo convierten en una opción muy atractiva cuando el objetivo es comprar uno de estos Sport Utility Vehicle tan de moda. El precio -con las ofertas actuales se puede adquirir por 15.900 el modelo básico de gasolina-, la estética sobria que muchos agradecerán en medio de muchos diseños cuando menos arriesgados -ahí está el Captur que acaba de presentarse- y el aura de fiabilidad que rodea a Mitsubishi son algunos de ellos.

Hemos probado el ASX 4x2 con motor de gasolina de 1.6 cc y 117 caballos, el único que la marca ofrece con este combustible, y el acabado intermedio, con sistema multimedia y arranque sin llave. Este modelo, según las tarifas oficiales, y con descuentos de la marca, rondaría los 17.100 euros.

Estéticamente, nos encontramos con pocos cambios con respecto al modelo anterior, que lleva en el mercado desde el 2012: el frontal con algunos retoques, en la línea del nuevo estilo de Mitsubishi, similar al que luce el Outlander, o la antena en forma de aleta de tiburón; y las llantas de 18 pulgadas. En el interior los asientos han sido mejorados para hacerlos más cómodos y los embellecedores son nuevos.

Las sensaciones que nos ofrece este coche, una vez lo sacamos a la carretera, es que el motor de gasolina es una opción interesante si no vamos a hacerle muchos kilómetros al año (nos dio un consumo real próximo a los 7 litros a los cien, en recorrido mixto) o lo llevamos muy cargado. Utilizando bien la caja de cambios se le puede sacar buen rendimiento a este 1.6 de 117 caballos. Como todos los SUV, la posición de conducción elevada aumenta la sensación de visibilidad y control de la carretera y este ASX, además, se comporta con mucha suavidad, prácticamente sin diferencias con un turismo clásico. En su interior pueden viajar cómodamente dos adultos y tres niños, más su equipaje en un maletero de 416 litros. El sistema multimedia con pantalla de 6,1 pulgadas, integrado en un salpicadero en el que se combinar plásticos de calidad y buena textura con otros más rígidos y sencillos, ofrece todos los servicios indispensables hoy en día, algunos de los cuales también pueden manejarse desde el volante, pero por fortuna (al menos para muchos) buena parte de las funciones del coche siguen pudiéndose controlar con mandos clásicos.