La tele del futuro

EXTRAVOZ RED

En el futuro cercano veremos pantallas flexibles y televisores invisibles, y también aparatos preparados para la revolución de la realidad virtual, con micrófono y cámara. Y cuando se generalice el control por voz, ¿quién va a querer usar un mando a distancia?

26 mar 2017 . Actualizado a las 04:00 h.

Más allá de los constantes aumentos de tamaño y de resolución y las mejoras de la calidad de imagen, ¿por dónde pasa el futuro de los televisores? Casi todos los modelos que se venden a día de hoy son inteligentes, capaces de navegar, de descargar y reproducir contenido, de almacenar archivos y de muchas cosas más. Son ordenadores. Y tienen un sistema operativo. El de LG se llama WebOS; el de Samsung, Tizen; Panasonic usaba Firefox (de Mozilla, los creadores del popular navegador del panda rojo). Hay otros. Y también está Android TV, de Google, el elegido por Sony, Sharp o Philips. Con él y con un dispositivo llamado Chromecast cualquier aparato de televisión que disponga de un puerto HDMI puede convertirse en Smart.

 Ya contamos con aplicaciones como Netflix, Amazon o Movistar + en la tele. Y los canales cada vez son menos importantes. El protagonista absoluto es el contenido. La tendencia está clara y se reafirma cada mes, no se ve lo que echan a una hora determinada (salvo los directos como el fútbol, los Óscar y otros grandes eventos), sino lo que uno quiere y a la hora a la que uno quiera, bajo demanda. ¿Cuál será la siguiente revolución que llegará?

Los mandos a distancia van a evolucionar para permitir nuevas posibilidades. La industria tiene bastante claro que el control por voz, ya posible en Android TV, se generalizará en poco tiempo. Y también que los televisores, aún más delgados, cada vez más invisibles, estarán conectados con los móviles.

En los últimos años muchos espectadores se han acostumbrado a ver la tele comentando con otros lo que ven en las pantallas. Lo hacen a través del smartphone, en redes como Twitter. ¿Se puede trasladar esa experiencia al televisor? Ya hay experimentos, y programas piloto para integrar esa experiencia; por ejemplo, partir la pantalla y, por un lado, ver un espacio, y a la vez también ver y hablar con amigos, sin necesidad de ningún otro dispositivo.

¿Triunfará esta apuesta por la interactividad? Si lo hacen, los televisores deberán de evolucionar para equipar, de forma interna o externa, un micrófono y una cámara. La incorporación de esas tecnologías también parece necesaria para abrazar la revolución que supondrá la extensión de la realidad virtual y los contenidos (películas y series) 360 grados. Netflix ya ha hecho pruebas con una app, pero no están convencidos de que vaya a ser un gran éxito. Samsung sí lo cree. Pero también apostó fuerte en su día por el 3D. Y ya sabemos lo que pasó con él, desapareció por la falta de contenidos atractivos. ¿Ocurrirá lo mismo?

Televisores invisibles y pantallas flexibles

Samsung presentó recientemente su modelo Frame, que a simple vista no se distingue mucho de un cuadro o de un marco fotográfico. Es una de las tendencias a tener en cuenta. 

En la feria CES 2016 llamó poderosamente la atención un televisor OLED que se podía enrollar como un periódico. Hiperdelgado y superflexible, aquel panel se coló en el imaginario popular. ¿Llegará este año al mercado?