Los MOBA, juegos de récord

Carlos Pereiro

EXTRAVOZ RED

Acumulan millones de jugadores y miles de millones de horas. A lo largo de todo el globo, las cifras que rodean este género de estrategia y acción rozan la locura. Sus tres títulos principales apuntan tres claves para haberlo conseguido: ser gratuitos, creados para todo tipo de público y poseer una jugabilidad terriblemente adictiva.

30 jul 2017 . Actualizado a las 09:35 h.

El género MOBA nació más como fruto de la casualidad y la propia comunidad que de la inventiva de algún estudio. Warcraft III: Reing of Chaos fue lanzado al mercado por Blizzard junto con un editor de mapas. Los jugadores modificaron el juego original a su antojo para acabar por crear un estilo de juego diferente, único hasta la fecha. Defense of the Ancients (DotA) no era otra cosa que el nombre de uno de los mapas que un usuario creó para el título original, a raíz de una modificación conocida como Aeron of Strife. Un año más tarde vio la luz Warcraft III: The Frozen Throne, y un creador de mapas, bajo el nombre de Meian, dibujó una variante de ese DotA primitivo en la que juntó ideas y personajes provenientes de otros modos. Al poco nació DotA: Allstars y el género MOBA hizo su aparición como tal, y es que esa modificación, ese mod (término usado en la comunidad) alcanzaría la cifra de más de un millón de jugadores.

¿Qué es un MOBA? El término fue popularizado por Riot (la empresa creadora de League of Legends) y viene dado por las siglas de Multiplayer Online Battle Arena. En la práctica es un subgénero de la estrategia en tiempo real (RTS) en el que dos equipos compiten entre sí, y en los que cada jugador controla un solo personaje (llamado héroe o campeón) a través de un en un mapa con carácter simétrico. El objetivo no es otro que destruir la base rival y así ganar la partida.

Bajo la apariencia de una premisa increíblemente sencilla, en cuanto a jugabilidad, se creó un género ahora aupado como el rey de los eSports, y que ha batido todos los récords tanto de jugadores como de premios repartidos. Si bien League of Legends, lanzado en el 2009, no fue el primero (Minions y Demigod tienen ese honor), sí se ha convertido en un auténtico fenómeno de masas. El videojuego más jugado de la historia y del mundo, y una auténtica máquina de hacer dinero para sus creadores.

League of Legends, de Riot; Dota 2, de Valve, y Heroes of the Storm (HotS), de Blizzard, configuran el tridente de los MOBA. Poseen unas premisas casi idénticas (tanto, que a lo largo de los años se han ido sucediendo las denuncias entre las compañías por el uso de algunos héroes con aspectos muy similares), pero unas características únicas entre cada título.

El trío de videojuegos posee la comunidad más grande del sector (además de una de las más exigentes), y la pasión que ha generado a lo largo de los últimos años ha desembocado en la creación de torneos nacionales e internacionales de una envergadura imposible de imaginar hace una década. Su éxito proviene de dos características bien fundadas. La primera sería la gratuidad. Sí, para jugar a LoL, Dota 2 o HotS solo es necesario ir a una página web y descargar la aplicación que nos permita tener acceso. El éxito del free to play llevado a su máximo apogeo. Por otro lado, está el papel de los jugadores. No hay un perfil claro para los MOBA. La franja de edad es tan amplia que va desde los 12 hasta los 40 años, al igual que la de género. Cualquiera puede jugar.

Las tres compañías han encontrado en los micropagos, al igual que otros juegos de descarga gratuita, su modelo de negocio. Lo hacen de una manera peculiar, eso sí. En el caso del Dota, el dinero está solo destinado a cambiar el aspecto físico de los personajes controlables (llamados objetos cosméticos), ya que desde el principio todos los héroes están desbloqueados. En LoL y HotS esto no es así, y aunque se van desbloqueando al ganar puntos durante las partidas, invertir unos euros podría hacer dicha tarea más sencilla (o más rápida).

¿Por qué juega tanta gente a estos títulos? Además del carácter casi gratuito, así como de tener un perfil de jugador muy amplio, los MOBA son increíblemente adictivos. Detrás de la premisa inicial de destruir la base enemiga (o más bien una estructura conocida como nexo o ancestro, según el juego) se esconden infinidad de situaciones y estrategias para lograrlo. Top, mid y bot. Así son los tres caminos que cruzan el mapa en los juegos, y las posiciones en la que los cinco héroes de cada equipo se distribuirán por el mapa. Hay roles agresivos, pasivos, de apoyo, mixtos… Las posibilidades son tantas en una partida que logran que cada una sea diferente a la anterior. Solo en Dota 2 hay más de cien héroes para escoger (entre los que, como buen juego de estrategia, unos destacan por ser mejores contra unos y peores contra otros), además de la posibilidad de ir modificando las habilidades del personaje según avanza la partida a nuestro antojo, junto con la de comprarle objetos que también las mejoren. Todo ello forma un conglomerado vastísimo de opciones y decisiones que acaba por acuñar una frase que resume a la perfección el género: «Fácil de jugar, difícil de dominar».

Profesionales

Aunque hay millones de jugadores en todo el mundo, apenas unos miles de profesionales pueden permitirse encuadrarse en tal término. En Dota 2 se estiman algo menos de 2.000 jugadores profesionales; y en LoL más de 4.000. El primero ha vuelto a ser noticia recientemente, tras confirmarse que, de nuevo, batirá durante este año el récord de mayor premio entregado en una competición de eSports o deportes electrónicos. The International, el mayor torneo de Dota 2 del mundo, promovido y creado por Valve, repartirá más de 21 millones de dólares entre sus participantes. El equipo ganador se embolsará, aproximadamente, un cuarto del total. La cifra es escalofriante, como poco, y podría dejar en ridículo a cualquier competición deportiva clásica a excepción del fútbol, el baloncesto y otros deportes de primer nivel. Por supuesto, también copan los primeros puestos en las retransmisiones de Twitch, la plataforma de streaming de eSports más popular del mundo.

En España, la comunidad ha optado por el League of Legends. Es, con mucha diferencia, el título MOBA más popular entre los jugadores. En su planteamiento es ligeramente más sencillo y asequible que el Dota 2, y Riot hizo en su día una buena campaña de publicidad por atraer jugadores. HotS, por su parte; llegó el último pero posee unos personajes muy conocidos y queridos, al salir directamente del resto de franquicias de Blizzard (World of Warcraft, Diablo…). Sea como sea, todo jugador que se precie tiene al menos uno en su biblioteca personal.

Los tres grandes de los eSports

«Heroes of the Storm»: la gran apuesta de Blizzard. Por nombre, es una de las compañías más conocidas dentro de la comunidad de jugadores. Suyos son juegos de la envergadura de «Diablo» o «World of Warcraft», por lo que la creación de un MOBA gozó de un gran recibimiento por parte del público. Es menos jugado en comparación con Dota o LoL, pero poco a poco va sentando sus bases.

«Dota 2»: millones de dólares. El título de Valve es una auténtica máquina de hacer dinero. A lo largo de los últimos años ha repartido más de cien millones de dólares en premios. Una auténtica barbaridad. Su juego parte de una base sencilla pero que se ramifica en partidas complejas y con cientos de decisiones y posibilidades a la hora de afrontarlas. Fue un éxito instantáneo.

«Legue of Legends»: el videojuego más famoso del mundo. Creado por Riot en el 2009, no hay otra obra en el mundo que le haga sombra. Su buen hacer a la hora de promocionarse y ser uno de los primeros MOBA independientes del mercado lo ha hecho el juego más grande del mundo. En España es el favorito de los jugadores, y sus torneos llegan a retransmitirse en algunos bares.