«Sí, en Ferrol se puede vivir de vender muebles de diseño»

La Voz E.D. | FERROL

FERROL

CÉSAR TOIMIL

DUEÑA DE UNA TIENDA DE DISEÑO

15 may 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

Carmen Vergara Díaz es menuda, su voz, suave, prefiere los tonos bajos. Pero las apariencias, una vez más, engañan. Porque Carmen Vergara es una auténtica emprendedora. Es dueña de Cassa, la primera tienda de muebles de puro diseño que se abrió en Ferrol. Pero antes dio muchas vueltas. Nació en Valdoviño hace 37 años y estudió Ciencias Empresariales. Como tantos otros licenciados, («yo no conozco a grandes personalidades que me puedan enchufar»), trabajó en lugares tan dispares como Alcampo o Citroen, todo en Ferrol. Pero no encontraba su sitio. Así que se fue a A Coruña. -Aquí no había oportunidades de buenos empleos. Allí trabajé en una tienda de revestimientos decorativos y en otra de mobiliario de diseño. -Ahí encontró su camino . -Sí, y además hice varios cursos de decoración. - Hasta que surgió Cassa. -Abrí hace cinco años. Estoy orgullosa de haber sido la primera que se atrevió con una tienda de sólo diseño. Ahora hay alguna más, y otras que dedican secciones al mobiliario moderno. -Cuando se pasea por delante de su escaparate y se repasa mentalmente las casas que conocen, es inevitable preguntarse si esto es negocio. -Pues sí, en Ferrol se puede vivir de vender muebles de diseño. Hay un tipo de clientela que busca muebles prácticos, cómodos, vistosos, alegres... -Como los que pueblan la tienda. -Muchos son diseños del gran Philippe Starck para Kartell, realizados en distintos plásticos y metacrilato, son bastante asequibles y alegres. -Cualquier amante del diseño sería feliz, por ejemplo, en esas sillas de metacrilato que son como una síntesis de las recargadas butacas de Versalles, como si sólo se hubiera conservado su silueta. -Luego tengo otro público, de más edad, entre 40 y 50 años, que busca un sillón de Le Corbusier, la célebre butaca Barcelona que Mies van der Rohe, diseñada para la exposición universal catalana de 1919... o las nuevas mesas de plástico con dibujo de filigrana (como si fuera ganchillo) de la asturiana universal Patricia Urquiola. -¿Un pero? -Que este estilo es muy poco conocido; sin embargo, cuando la gente entra, siempre se compra algo, porque son muebles que gustan.