«No cambio mi autocaravana ni por la suite del mejor hotel del mundo»

FERROL

césar toimil

Francisco Pena, presidente de la Asociación Galega de Autocaravanas (AGA), alaba la libertad que dan las casas rodantes y niega que sus dueños no dejen beneficio en los pueblos que visitan: «Es una idea errónea que hay que desterrar»

28 jun 2016 . Actualizado a las 17:39 h.

Antes de enamorarse de las casas rodantes, el ferrolano Francisco Pena viajó de todas las formas posibles. En avión, en coche e incluso en su propio barco, casi siempre de hotel, pero, hace siete años, este marino retirado se puso al volante de una autocaravana para recorrer la Bretaña francesa y aquello lo enganchó para siempre a un tipo de turismo que no anhela lujosas suites ni bañeras de hidromasaje, sino grandes dosis de libertad. Tanto es así que, desde hace dos años, Pena preside la Asociación Galega de Autocaravanas (AGA), una entidad que fomenta una forma de viajar que cada vez cuenta con más forofos en la comunidad.

-España no tiene la tradición de autocaravanismo de países como Francia o Alemania, pero los números dicen que cada vez hay más aficionados.

-Así es. En Alemania se matriculan 17.000 autocaravanas al año; en Francia, unas 12.000; y en España, cerca de unas 5.000, una cifra que no está nada mal si tenemos en cuenta que hace poco más de una década rondaba el millar. Actualmente, en España hay 54.274 vehículos vivienda y, de estos, algo más de 3.000 se encuentran en Galicia, lo que significa que alrededor de 12.000 personas son aficionadas a este tipo de turismo en nuestra comunidad.

-¿Está preparada Galicia para atender a los autocaravanistas?

-En estos momentos, Galicia es la comunidad española que mejor preparada está para el turismo de autocaravana. En sus cuatro provincias se encuentran repartidos 109 puntos de servicio para este tipo de vehículos, de los cuales el 95 % son municipales, públicos y gratuitos. La última de estas áreas se estrenó hace pocos días en Ponteceso y próximamente se prevé inaugurar otra en Teis.

-¿A qué cree que se debe el bum de esta forma de viajar?

-Yo creo que su éxito se debe a que se trata de un tipo de turismo que te da muchísima libertad. Al no estar sujeto a una reserva de hotel ni a ningún tipo de planificación para coger un avión o un tren, el autocaravanista puede ir cambiando de planes sobre la marcha. ¿Que me voy a Asturias y se pone a llover? Pues miro el parte meteorológico y en menos de un pispás me pongo en otro sitio donde luce el sol.

-Pero en una autocaravana no encuentra las comodidades que hay en un hotel...

-¡Es que yo no quiero dormir en el colchón de ningún hotel de cinco estrellas! Yo quiero mi colchón, mi cocina, mi baño... La autocaravana es como un segundo hogar y nada mejor que sentirse en casa cuando uno está de viaje. Yo no cambio mi autocaravana ni por la suite del mejor hotel del mundo.

-Hay quien piensa que el turismo de autocaravana no deja demasiado beneficio en los sitios por los que se mueve. ¿Es así?

-Esa es una idea errónea que hay que desterrar. El perfil del autocaravanista es el de una persona de más de 50 años, de nivel medio-alto. Cuando visitamos un lugar, repostamos gasolina, compramos ropa, adquirimos recuerdos... Y, sobre todo, hacemos un gasto importante en hostelería. Según un estudio hecho por nuestra asociación, en una estancia de dos días, una pareja de autocaravanistas hace un gasto mínimo de cien euros en la localidad que visita.

Diferencias. Pena recalca que hay que diferenciar entre las caravanas que van a remolque y las autocaravanas, que son vehículos vivienda. Mientras no tengan las ventanas abiertas, ni el toldo desplegado, pueden aparcar y estacionarse en las mismas condiciones que cualquier otro vehículo.