Las huellas del gran incendio de As Fragas siguen tras cinco años

Carla Elías Martínez
Carla Elías A CAPELA

FERROL

CESAR TOIMIL

El parque continúa careciendo de plan rector y todavía hay madera quemada sin talar

31 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando se le pregunta a un vecino del parque natural de As Fragas do Eume sobre si el incendio que calcinó 750 hectáreas hace cinco años ha servido para algo, muchos contestan tajantemente como Manuel Rodríguez. «Yo creo que no se ha aprendido nada. Si hay las mismas condiciones para que arda, esto vuelve a arder igual», lamenta. Este residente en la zona y propietario de plantaciones, miembro de la directiva de la asociación Unión da propiedade para a defensa das Fragas do Eume, alerta de que este año se están repitiendo las condiciones que favorecieron entonces el incendio. «Ha sido un invierno sin lluvias igual que entonces, la hoja está seca sin pudrir, no hay suficiente humedad en el suelo para frenar el fuego... Ojalá nunca sepamos si el incendio puede volver a ocurrir», destaca.

Este lustro no ha servido para avanzar en el documento gestor del parque que marcará el futuro del entorno, normas y actividades que se puedan desarrollar, que lleva décadas de retraso. Teóricamente y según la propia documentación de la Xunta el tan demandado Plan Reitor de Usos e Xestión (PRUX) tiene un retraso ya de dieciocho años. En junio de 1996 la Xunta publicó el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales del espacio, y un año después aprobó el decreto por el que se declaraba de forma oficial y se daba un plazo de dos años para redactar el primer PRUX, que debería haberse renovado cada cinco años. Continúa siendo un misterio para los vecinos y propietarios de plantaciones tras la presentación de cientos de alegaciones al documento -los afectados piden que se aclare las zonificación del parque y límites, que se especifiquen los hábitats protegidos o que se dote económicamente los estudios y compensaciones por las pérdidas, entre otras-. «En diciembre se convocó la Xunta Consultiva y desde Medio Ambiente prometieron que el plan estaría este año ‘sí o sí’, pero de momento no sabemos nada más», recordó Ángeles Pita, de la Asociación Parque Natural del Eume, Naturaleza y Desarrollo. Desde la Consellería de Medio Ambiente no han dado información acerca de la situación del documento.

Restos sin cortar

Todas estas trabas administrativas no hacen más que indignar a los propietarios y retrasar la regeneración del parque. «Yo tengo madera quemada sin talar porque se pidió poder quitarla al principio y no dejaron, luego ya pudrió y no vale nada. Tenemos permisos de corte de madera donde te dicen que se puede talar esto y no lo otro, hay zonas que no dejan repoblar», explica Pita. Coincide Rodríguez, que destaca las pérdidas económicas. «Entonces el precio de la tonelada de madera oscilaba entre los 40 y 33 euros, ahora entre 30 y 20, pero es que la mayoría de la madera quemada ya no se puede vender», detalla. Solo se aprecia el rebrote de vegetación y la xesta, además de las plantaciones de castaños que favoreció la Xunta con ayudas específicas.