Un fallecido en las carreteras de Ferrol y la comarca en 2023, once menos que hace una década

Carla Elías Martínez
Carla Elías FERROL / LA VOZ

FERROL

Francisco Javier Dopico
Francisco Javier Dopico CESAR TOIMIL

Exceso de velocidad y consumo de alcohol y drogas, retos de la Guardia Civil de Tráfico

14 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El 2023 se ha cerrado con un balance positivo en las carreteras de Ferrolterra, Eume y Ortegal: solo una persona resultó fallecida en accidente de tráfico. Se trató de un motorista que se salió de la vía en la AC-564, carretera que conecta con As Pontes, el pasado mes de mayo. Su fatídico accidente ha sido el único con resultado mortal para el destacamento de tráfico de la Guardia Civil. Supone un claro descenso en las estadísticas, desde la docena de personas fallecidas hace una década. Refrenda la importante labor de vigilancia, control y concienciación del cuerpo.

El año se cerró con el operativo especial de Navidad. El mes de diciembre es «el más importante» en cuanto a la vigilancia y control. «Hay un montón de celebraciones y contamos con los hándicaps de las condiciones atmosféricas y la falta de luz», advierte Francisco Javier López Dopico. Desde la jornada de previa a Nochebuena hasta pasada la celebración de Reyes, la vigilancia es intensiva. «Nos encontramos con una circulación que va de celebración en celebración y, además, se le imprime a la vida un ritmo vertiginoso en los desplazamientos como consecuencia de las compras y reuniones familiares.

Ese ritmo se traslada a las carreteras», explica. Sin perjuicio de los servicios clásicos de vigilancia y los puntos de verificación de alcohol y drogas que se mantienen durante todo el año, se llevaron a cabo controles de velocidad y se amplió la presencia para «calmar» la circulación en puntos clave, principalmente, alrededor de las ciudades más pobladas. Un mes incesante que se saldó sin ningún accidente de gravedad, el mejor de los resultados. «Se está cerrando el balance pero, globalmente, no hemos tenido siniestros graves. Y el volumen de conductores que arrojaron positivo en la prueba de alcohol y drogas, fruto de estas celebraciones, no fue más alarmante que en otras fechas», explica Dopico. El segundo período clave de operativos se produjo durante el verano en las zonas de mayor volumen de circulación: entorno de playas y fiestas. Un período que, igualmente, fue especialmente positivo.

Durante todo el año, uno de los trabajos más importantes de la labor del destacamento de tráfico es «la detección de altos excesos de velocidad; consumo de alcohol y drogas; y la verificación del uso de elementos de seguridad como los cinturones o sistemas de retención de menores». «Son los factores que sabemos que influyen directamente no solo en la reducción de accidentes, sino en que las consecuencias lesivas no sean fatales», incide el responsable del área.

Y uno de los grandes retos a los que se enfrentan es «reducir la velocidad media en carretera». «Está demostrado que bajar un kilómetro hora la velocidad media en la circulación puede reducir la siniestralidad hasta un 3 %. A veces nos parece que los límites son excesivos, pero tratan de evitar consecuencias fatales. A partir de 30 km/h, las posibilidades de fallecer para un peatón en un atropello son de un 10 %, y aumentan a un 90 % a partir de 50 km/h», detalla.

Envejecimiento poblacional

Preocupan nuevos factores que afecta al tráfico, como el envejecimiento de la población en la comarca. «Estamos detectando infracciones como consecuencia de la edad, por lo que estamos muy pendientes de los conductores que hayan podido perder las facultades psicofísicas para conducir, para los facultativos los examinen y se establezcan limitaciones o restricciones», explica Dopico. Pueden derivar en sucesos de extrema gravedad como los conductores que acceden en dirección contraria a grandes viales. Y la familia puede ser clave a la hora de detectar la pérdida de facultades. «Suelen detectarse primero golpes de pequeña entidad, pero muy frecuentes; rozaduras en la entrada en el garaje; o peligro en los giros a la izquierda pero esa pérdida de la visión periférica», detalla. El responsable de tráfico recuerda que siempre pueden acudir a ellos para tratar de afrontar la situación. «Sabemos que dejar de conducir es complicado porque limita la independencia de la persona. Pero hay que pensar en la seguridad», incide. Además de recordar que existen fórmulas para restringir al menos la velocidad o zona de circulación.

O el consumo de medicamentos y conducción con el aumento del uso de las benzodiacepinas, un grupo de medicamentos como lorazepam, diazepam, escitalopram... «Su uso inadecuado es peligroso para la conducción. Sus envases están obligados a llevar un pictograma (un coche en el interior de un triángulo rojo) que advierte de su potencial peligro para la conducción. Estas sustancias solo se pueden utilizar bajo prescripción facultativa y finalidad terapéutica. Y solo se puede conducir si la persona tiene especial diligencia, atención y no distracción, como exige la ley», añade el responsable.

De cara al nuevo año y la temporada de invierno, una de las labores de control es la vigilancia de los peatones en zonas rurales a horas sin luz solar, que deben llevar un chaleco reflectante.

«Todo el mundo debería morir de mayor, no en accidente de tráfico»

«Todo el mundo debería morir de mayor, y no en la carretera», zanja Francisco Javier López Dopico. Está al frente del equipo que vela por la seguridad vial en Ferrolterra, Ortegal y Eume, una extensión de 1.250 kilómetros de vías principales, con unos 150.000 vehículos y una población cercana a los 250.000 vecinos.

«Tengo la suerte de contar con tres suboficiales que apoyan las líneas de acción, un grupo de cabos que transmiten esa línea y los guardias que están día a día en la carretera velando por la seguridad», ensalza. Integran patrullas de vigilancia de tráfico, grupos específicos de control de velocidad, especialistas en el control de la normativa, además de una vigilancia específica a los conductores multirreincidentes. Un trabajo vocacional, 24 horas 365 días. «Evitar las muertes en la carretera es nuestro sentido del ser».