Marta Bouzas Estevan, abogada penalista de Ferrol: «Una conformidad también beneficia a la víctima: al fin puede ser indemnizada»

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL / LA VOZ

FERROL

La abogada penalista Marta Bouzas Estevan
La abogada penalista Marta Bouzas Estevan JOSE PARDO

Esta letrada concatena acuerdos ventajosos para sus clientes: en el último una pena de tres años y medio de cárcel por una brutal agresión se cambió por una multa

18 feb 2024 . Actualizado a las 17:04 h.

Marta Bouzas Estevan es una abogada penalista que sigue la estela de su padre Víctor, un letrado mediático con gran experiencia en asuntos de tráfico de drogas y blanqueo de capitales en el sur de Galicia. Marta se está labrando éxitos en su Ferrol natal. «Trabajé con mi padre al principio y estuvo muy bien, porque tiene una grandísima experiencia», cuenta una letrada que se colegió en el 2015 y que tiene su despacho en la plaza de Amboage. Ha llevado muchos casos complicados y es especialmente hábil a la hora de negociar acuerdos de conformidad en los que sus defendidos se libran de una pena de prisión por hechos graves. El último ejemplo se pudo ver en el Juzgado de lo Penal 2 la semana pasada: una agresión con palos y mordiscos por la que se pedían tres años y medio de cárcel se quedó en una indemnización y una multa que se pagarán a plazos, una después de la otra.

—¿Hay más casos en los que ha conseguido rebajas de penas?

—Así es, recuerdo uno de ellos fue el de un chico que lo detuvieron cuando tenía 19 años por tráfico de drogas, agravado además, porque usaba a menores para la venta. Aparte había un delito de lesiones y otro robo con violencia, porque le habían retirado el móvil a la víctima. Le pedían 15 años en la Audiencia Provincial de A Coruña y lo bajamos a cambio de que no tuviese antecedentes y un período de desintoxicación en Asfedro. La condena quedó en cinco años, pero no pisó la prisión, solo los días que estuvo en el calabozo tras ser detenido, porque conseguimos suspender la pena. Tampoco hubo que indemnizar a nadie, porque el móvil se recuperó. Fue un trato muy ventajoso. Tuvimos otro a raíz de la pelea al lado del capuchón de la calle Real de Ferrol en el que solicitaban al acusado cuatro años de prisión: era un delito agravado porque las lesiones eran importantes en el cráneo y también en este caso se sustituyeron los cuatro años de prisión por una multa de 720 euros que se pudo pagar de forma fraccionada. Igualmente, fue muy ventajoso.

—¿Son importantes estos acuerdos para ambas partes o solo para el encausado?

—Hay que recordar que los juicios tardan mucho tiempo en celebrarse. El acusado puede cambiar la prisión por una multa y la conformidad también beneficia a la víctima: al fin consigue ser indemnizada tras esperar muchos años. La condición siempre es que los agresores paguen esa responsabilidad civil al perjudicado, que es cierto que pasados cuatro o cinco años tiene menos ansias de revancha, de que el acusado esté en la cárcel. Sucedió, por ejemplo, en el juicio de la semana pasada por una agresión del 2021 en Pardo Baixo: tras tanto tiempo la víctima siente menos ánimo de venganza. Así que se puede monetarizar el asunto; resarcirla económicamente y así cerrar el tema. Las conformidades permiten dar agilidad al juzgado, sobre todo a los penales, que siempre están sobresaturados.

—¿Se están registrando más peleas en Ferrol?

—Siempre, Ferrol es una plaza conflictiva, con muchas agresiones, muchas riñas... Hay que pensar que hay muchos campamentos, tráfico de drogas...

—¿Haría falta otro penal?

—Creo que sí, sobre todo en la instrucción, donde se investigan los asuntos, porque cuando una causa tarda cuatro o cinco años en llegar a juicio es porque la instrucción ha durado mucho. Y ha sido así porque era necesario o porque el juzgado va lento, en este caso es porque hace falta más ayuda en esa instrucción para que sea más ágil.

—¿Es complicado convencer de que se declare culpable para poder llegar al acuerdo de conformidad?

—Así, es sobre todo en los casos de violencia de género, porque la defensa es más complicado y pocas veces hay pruebas... Es la palabra de uno contra la del otro. Así que muchas veces el acusado se aquieta asumiendo una pena aunque sea inocente, pero le da esa paz mental y permite retomar la vida sin pensar que tiene una pena de prisión ahí pendiente.

—¿Con antecedentes?

—Claro y los antecedentes por violencia de género impiden acceder a muchos trabajos.

—¿Los dos salas penales de Ferrol facilitan los acuerdos?

—Así es y en especial desde que ha llegado el juez del Penal 2, Jorge Hernández, que es muy accesible y que como la conformidad de la semana pasada: no solo lo facilita, sino que lo explica a los implicados en la sala. Los fiscales también colaboran.