En marzo del 72 curó clandestinamente a obreros heridos de bala, evitando que fuesen detenidos por la policía franquista
03 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Alfonso Couce Doce, el médico y político ferrolano que durante los sucesos de marzo del 72, con la ciudad tomada por las fuerzas de seguridad del estado, curó clandestinamente a los obreros heridos de bala que lograron llegar a su consulta, evitando así que pudiesen ser detenidos por la policía franquista, recibió sepultura ayer en el cementerio naronés de O Couto. Tenía 87 años de edad. Había sido concejal ya durante la dictadura, etapa en la que evitó que el Cantón del siglo XVIII fuese pasto de la especulación urbanística. Pero su paso a la primera línea de la política gallega se produjo en 1987, cuando se hizo con la alcaldía de Ferrol liderando la candidatura de Alianza Popular. Tras un breve mandato repleto de anécdotas (llegó a anunciar que la actriz porno Cicciolina haría el saque de honor en el partido entre Gordos y Flacos), apenas dos años más tarde, en 1989, sería desplazado por una moción de censura. «Solo hice un bando serio, y por poco me meten en chirona», comentaba. Generoso por naturaleza, a su consulta -era traumatólogo, aunque también ejerció como forense- acudían pacientes de toda Galicia: todos sabían que allí, a quien carecía de recursos, jamás se le cobraba. Era un hombre de gran cultura, y excelente lector, pero su carácter lo hacía ajeno a cualquier tipo de afectación. Sonreía mucho, incluso cuando el dolor le clavaba sus dientes. A su sepelio asistieron otro cuatro exalcaldes ferrolanos: Juan Blanco (PP), Xaime Bello (BNG), Rey Varela (PP) y el socialista Manuel Couce Pereiro, primo de Couce Doce y, por cierto, quien en 1989 encabezó la moción de censura contra él.