Sobre raíles

Beatriz García Couce
Beatriz Couce EN LA GRADA

FERROL CIUDAD

30 mar 2017 . Actualizado a las 14:04 h.

Después del festival inversor que llenó España de obras faraónicas, aeropuertos, autopistas por las que no pasan coches pero pagamos todos, contenedores culturales y edificios para albergar cientos de cosas que nunca se llegaron a estrenar, llegaron los tiempos de apretarse el cinturón y de pasar al otro extremo. Consignar un euro para una obra pública se convirtió en una misión prácticamente imposible, en una época en la que los recortes llegaron a todos los ámbitos de nuestras vidas.

Parece que ayer el presidente Rajoy escenificó en Cataluña el fin de esa etapa dura, cargado con un cesto de nada menos que 4.200 millones de euros para invertir en infraestructuras, en trenes, autovías y puertos. Que no discuto yo que la inyección económica esté más que justificada por las necesidades de modernización de esas vías de comunicación y por su peso en el conjunto del país, así que entiendo que ese criterio también se va a utilizar en el resto del territorio. Me vengo arriba. Porque aquí, en esta esquina en la que no hubo ni vacas gordas, ni carreteras, ni trenes, ni inversiones de derroche en los tiempos del festín, en el que todo llega tarde, mal y a rastro, contamos con una línea de ferrocarril del siglo pasado. Así que prepárense para el festín. La modernización del tendido entre Ferrol y A Coruña, en cuya necesidad todo el mundo coincide, va a ser una realidad, al igual que la mejora del tendido de la antigua Feve ¿no creen? Porque vamos a ver qué argumento podría dar ahora el Ministerio de Fomento para negar las mejoras para el tren en Ferrolterra, que sigue esperando un siglo después una modernización más que justa.