El pleno que abochornó a Ferrol

FERROL CIUDAD

JOSE PARDO

PP, BNG y Cs arremeten contra los exsocios de gobierno por el «lamentable» espectáculo

07 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Algún concejal se ponía las manos delante de la cara para intentar no ver el enfrentamiento dialéctico en el pleno que abochornó a parte de la corporación y también del público. En vano, claro. Porque tanto los concejales como quienes seguían la sesión fueron testigo de cómo la portavoz socialista, Beatriz Sestayo, en el fragor de la batalla dialéctica, mandaba al alcalde a tomarse «unha copa á bañeira». Y también cómo Jorge Suárez aseguraba que los concejales del PSOE «non teñen vergoña nin dignidade», y se refería a los dos exediles de Servicios como «aquí, os dous amigos». Todo, entre críticas a lo local y a lo extramunicipal. Porque el alcalde, que primero dijo que no intervendría porque el debate ya estaba expuesto, después justificó su cambio de opinión en que «tamén uns defenden primeiro a Pedro Sánchez e despois a Susana Díaz».

El regidor incluso llegó a responder a las interpelaciones del público que gritaba «¡vergüenza, Jorge!» al final del pleno y que abogaban por una «querella» tras el acuerdo para la gestión del saneamiento. «Vale, querella criminal. ¡Pois veña, adiante!», desafiaba el alcalde. «¡A la cárcel con algunos!», gritaba un miembro de la plataforma por la remunicipalización. «E contigo tamén», respondía el regidor, que no lograba contenerse y alimentando aún más el enfrentamiento.

Como los 25 ediles de la corporación, la crispación tiene también su sillón desde hace meses en el salón de plenos ferrolano. Y cada vez sube a cotas más altas. La ruptura del bipartito no sirvió para que la tensión se rebajase. Más bien al contrario. Ahora en la oposición el PSOE de Sestayo se ve más libre para criticar en público a un exsocio de gobierno al que antes solo descalificaba en privado. Y Suárez responde.

La aritmética ya antes difícil para el gobierno con sus socios «naturales», PSOE y BNG, ahora se ha convertido en una misión imposible, con un excompañero de gobierno levantado en armas y los nacionalistas que buscan marcar las distancias con la defensa de su inamovible postura contraria a la gestión del saneamiento aprobada. Así que el gobierno local debe contar necesariamente con el respaldo del PP, lo que erosiona la imagen del partido ante quienes votaron a Suárez en mayo de 2015.

PP: «Es una vergüenza»

Con estos mimbres, la escalada de tensión amenaza con ir en aumento ante la estupefacción de algunos partidos. El PP lamentó la «vergüenza que supone ante los vecinos espectáculos bochornosos» como el del pleno del pasado martes. La portavoz, Martina Aneiros, recuerda que el alcalde es el moderador de los debates y el que tiene que «garantizar un tono y un debate político adecuado», pero «es él el que muchas veces provoca ese nivel de tensión» y «abusa de esa ironía que muchas veces resulta insultante para todos». Por ello, apela a su sentido de la responsabilidad para evitar «este tipo de situaciones desagradables».

El BNG ya hacía su propia valoración minutos después del pleno y de que los portavoces de FeC y PSOE siguiesen discutiendo por el pasillo, a la vista de todos. «Sentimos vergoña allea polo comportamento que se mantén, tanto por parte do actual goberno como do anterior socio. Non se dá ningún tipo de argumento e se chega ao borde do insulto en declaracións que non teñen cabida nun pleno municipal. Esto é intolerable e este goberno e este alcalde debería comportarse doutra maneira», expresó Iván Rivas, el portavoz municipal.

Ciudadanos lamentó el «triste espectáculo» vivido en el pleno. Ana Rodríguez Masafret declaró: «La guerra abierta entre los dos exsocios no sólo resulta incómoda en los plenos, está imposibilitando la gestión de la ciudad».

Después de que el alcalde limitase a calificar de «ruído» lo ocurrido, el portavoz de FeC, Álvaro Montes, coincidió en que el debate mantenido fue «un pouco desproporcionado», pero culpa al PSOE de lo ocurrido: «Non tés por qué rememorar tantas cuestións nin descentrar o debate». Además, considera que las palabras del alcalde fueron «unha resposta e nada máis», pero conviene en que ante estos enfrentamientos «o debate se desvirtúa e non é fácil medir como vai acabar».

Una de las grandes protagonistas, Beatriz Sestayo, decía ayer que «la bañera es una anécdota que no debe pasar de eso en un pleno donde lo importante ha sido la nefasta decisión del alcalde de cargar sobre las arcas municipales conceptos y obligaciones que no les corresponde a la ciudadanía, dando continuidad al regalo a Feijoo de Rey Varela».