Suárez quiere aumentar las gratificaciones hasta el medio millón de euros, el tope legal
25 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El Concello de Ferrol se ha quedado sin fondos para hacer frente al pago de las horas extra de los trabajadores municipales. En realidad, lo hizo ya en febrero, cuando se agotó el crédito destinado a gratificaciones «case na súa totalidade». Así lo expresa el propio alcalde, Jorge Suárez, en la propuesta que quiere llevar a pleno ?hoy se debatirá en comisión? y con la que el gobierno local busca liquidez para hacer frente a los abonos pendientes. Para tener crédito suficiente, el ejecutivo ferrolano pedirá el apoyo de la corporación para incrementar la cantidad hasta el máximo permitido legalmente, casi medio millón de euros.
Los presupuestos prorrogados con los que funciona Ferrol, elaborados en 2015 por el gobierno de mayoría absoluta del PP, consignaban inicialmente 220.000 euros. Pero esta cuantía prácticamente se agotó en febrero, al abonar las cantidades adeudadas desde septiembre del pasado año en concepto de gratificación por servicios extraordinarios. Ante esta situación el regidor dictó una providencia en la que se dieron instrucciones para el incremento de esta cuantía.
La cifra que el Ayuntamiento puede dedicar como máximo a horas extra viene determinada en función de la masa retributiva global presupuestada para cada ejercicio. De esta cifra hay que extraer lo destinado al personal laboral y los conceptos de retribuciones básicas, ayuda familiar y complemento de destino del personal funcionario. Y se establece un máximo del 10 % para gratificaciones. De una cifra total de gasto de personal de 17,4 millones euros, 494.292,78 euros se quieren destinar a horas extra, más del doble de lo consignado en las cuentas en vigor. La falta de presupuesto y a la existencia de vacantes en las plantillas agravan una situación motivada por las necesidades extraordinarias. Según la representación de los trabajadores municipales, el gobierno local adeuda actualmente el pago de las horas extra generadas desde enero, con el consiguiente descontento.
El pasado año fue necesaria una modificación de créditos para atender, entre otras, esta cuestión. Se pagó una parte, pero con el inicio del ejercicio presupuestario fue preciso echar mano de los nuevos fondos, ya agotados.